El encuentro disputado en Butarque supuso otro batacazo del Valencia que cada vez se complica más asimismo su clasificación por Europa. El técnico interino se ha puesto frente a los micros en una de las últimas ruedas de prensa antes de que finalice su séptimo período como entrenador al mando para valorar el que será el último partido en el Campo de Mestalla frente al Espanyol esta campaña.

Los resultados futbolísticos no son el único problema que persigue al club sino también las presuntas informaciones en las que los últimos días se ha visto envuelto. «Sabía que el club iba a ponerse en contacto con los agentes de algunos futbolistas, pero no en qué términos» afirmaba Voro tras la última polémica de prescindir de las tres cuartas partes de la plantilla. Pese a ello, el míster no considera que este factor condicionase el encuentro contra el Leganés, ya que cree que los futbolistas saben a lo que se enfrentan en los finales de temporada.

Asimismo, el entrenador reafirma que se encuentra ante «el mejor vestuario de todas las etapas» y que pese a la responsabilidad y decepción que les rodea, no existen problemas entre ellos. El hecho de que el club ya prescinda de jugadores clave como Parejo, Coquelin o Kondogbia y las no renovaciones de Ferran o Guillamon no son para Voro un factor determinante en los resultados de los partidos. Sin embargo, está convencido de que, de haber ganado frente la pasada jornada, no se estaría hablando de esto.

Dentro del contexto de desgaste físico y anímico del equipo, el míster comenta que no tiene orden de poner a los jugadores jóvenes, sino que la elección de estos es en función de su criterio. Por si fuera poco, el interino explica que no tiene una varita mágica para cambiar la situación, así como que a partir del lunes dejará de tener competencias deportivas: «Venimos aquí a intentar que, con nuestra experiencia, trabajando, dedicando lo máximo, desde la humildad más absoluta y con la responsabilidad de lo que significa para el club y para los aficionados buscar la mejor solución. La realidad es que no hemos conseguido nuestros objetivos».

Acerca de la sombra y el fantasma de Marcelino, Voro cree que no está ahí para valorar lo que ocurrió hace meses sino para valorar lo que se tiene en el presente. El que será entrenador del Valencia hasta el próximo lunes comenta que ningún jugador le ha pedido no jugar, así como que será un encuentro «muy complicado pese a que están descendidos». Sin embargo, cabizbajo, el míster comenta que de no ganar mañana «todo se habrá terminado».

Mestalla cerrará este fatídico año mañana frente a una nueva prueba de fuego que decidirá si se encuentran dentro de la lucha por Europa el próximo curso.