C.F. Villanovense 1 - 1 C.P. Cacereño

Los colores sirven para reflejar sentimientos o transmitir sensaciones. La camiseta naranja con la que saltó a calentar el Villanovense mostraba la estridencia y la luminosidad de un equipo con mucha calidad en sus filas para lograr el ascenso. El Cacereño transmitía seriedad y sobriedad con su camiseta negra, fiel reflejo del buen bloque que ha formado Julio Cobos a la vez que contaba con varios futbolistas para marcar las diferencias.

El Cacereño salió al partido con la misma idea que en la semifinal ante el Coria: morder desde el inicio para lograr el primer tanto. Siendo incisivo por la banda derecha empezó a poner en aprietos a la zaga del Villanovense. Pero a pesar del buen inicio, el que primero golpeó fue el conjuntó serón por medio de Cristo. Tras un pase de Mamau, Cristo no dudó ante Jordi y puso el 1-0 en el electrónico (9’). 

En el minuto 22 de partido, tras un córner sacado en corto, el balón le llegó a Teto para que este pusiera la magia suficiente y mandar, por el palo corto, el balón al fondo de las mallas y lograr la igualada. Con ese resultado, el Villanovense ascendía debido a que al no haber prórroga, el mejor clasificado ascendía. Conscientes de ello, el Cacereño seguía luchando y puso contra las cuerdas a un Villanovense que se defendía y cerraba filas atrás. Tras la pausa para la hidratación, las fuerzas se igualaron y no hubo tiempo para más. En los primeros 45 minutos Ruano y Cristo fueron lo mejor del Villanovense, mientras que en el cuadro Cacereño Mario Ramón y Javito fueron los más contundentes. 

Lamarca tuvo el ascenso en sus botas

Tras la reanudación, Cristo, tras un centro desde la banda, la tuvo para hacer el segundo. Sin embargo, la más clara de la segunda mitad la tuvo el Cacereño. Tras una buena triangulación por la banda, el balón le llego a Neto que apurando la línea de fondo puso un centro raso a Lamarca. El delantero verde a la hora de rematar se resbaló y el balón llego manso a las manos del portero. En esa acción estaba el ascenso del equipo cacereño.

A pesar del buen planteamiento, Julio Cobos no supo leer el partido a la hora de hacer los cambios. En vez de quitar a Borja García, con amarilla, decidió dar entrada a Rodri en lugar de Alberto Delgado. Esta decisión pasó factura al equipo ya que a los pocos minutos, Borja vio la segunda amarilla dejando a su equipo con 10. Cuando ya se entró en los últimos 10 minutos de juego, el Cacereño se volcó al ataque para lograr el tanto de la victoria que le diese el ascenso. Fue en el descuento cuando llegó la polémica en un acción dentro del area en la que un futbolista serón arroya a Rodri pero el colegiado no lo consideró penalti.

Tras esto, no hubo tiempo para más y se desató la fiesta serona mientras que en el Cacereño todo eran lágrimas y decepción. El Cacereño y su afición eran conscientes de lo cerca que lo habían tenido. Un año después de descender el Villanovense vuelve a la categoría de bronce del fútbol español, mientras que el Cacereño afrontará su quinta temporada seguida en Tercera División. La próxima temporada Extremadura contará con cincos representantes en Segunda B, todos ellos de la provincia de Badajoz: Badajoz, Mérida, Don Benito, Mérida y Villanovense.