Sergio Ramos no podrá jugar la vuelta ante el Manchester City. Lo impide la roja que vio en la ida al derribar a Gabriel Jesús, cuando el brasileño encaraba a Courtois para hacer el 1-3 y quizá dar por terminada la eliminatoria. Nadie necesita explicaciones de lo que Sergio Ramos supone para el Real Madrid. Más en un partido como el de Etihad, en el que lo emocional y la autoridad de un jugador de su jerarquía puede ser una carencia de peso.

Viendo los últimos seis encuentros del conjunto merengue sin el “número 4”, en los cuales ha perdido cinco y sólo fue capaz de ganar una; esa única victoria carecía de premio, porque fue el 3-1 en Brujas esta temporada cuando el Madrid ya tenía asegurada la clasificación. Ese ciclo inquietante arrancó en los cuartos de la temporada 2017-18. Después de ganar 3-0 en Turín a la Juventus, Ramos se perdió la vuelta por sanción. No parecía nada inquietante... pero la Juve se puso 3-0. El capitán del Madrid vio los últimos minutos del partido casi en el campo, lo que valió que la UEFA analizara su conducta. Desde ahí vio el penalti a Lucas Vázquez y el agónico pase a semifinales.

La temporada pasada fue un desastre para Ramos y el Madrid en todos los sentidos. La ruina de Lopetegui arrancó en Moscú, en la segunda jornada de la Champions. Viajó a Rusia sin Ramos, al que dio descanso, y el CSKA ganó 1-0. En la vuelta, con el Madrid ya campeón de grupo, Solari también dio reposo al capitán y la noche acabó en bochorno y bronca: 0-3. Pero lo peor estaba por llegar; con el 2-1 en Ámsterdam ante el Ajax, Sergio Ramos apostó fuerte y forzó la sanción para la vuelta. Fue un error grave que le valió una sanción de dos partidos. La vuelta terminó con goleada en contra; 1-4 y eliminados en octavos de Champions.

La sanción de la UEFA se arrastró a la temporada actual, en la que el calendario quiso que la primera cita del Madrid fuera a lo grande; en París ante el PSG. Sin su capitán al frente, el equipo de Zidane fue aniquilado con un 3-0 en contra y ante un rival que no tenía en su delantera a Mbappé y Neymar. Desde que llegó al Madrid, Sergio Ramos se ha perdido 30 partidos de Champions entre lesiones, sanciones y decisiones de sus entrenadores. El balance del equipo sin él es de 19 victorias, tres empates y ocho derrotas.

No es un secreto que Ramos es el hombre fuerte del equipo blanco en la zaga defensiva, y no solo eso, sino que también aporta a la ofensiva. Lo ocurrido en los últimos partidos de Champions en los que no ha estado el defensa líder del Madrid, es más que preocupante para Zidane.