La visita del Villarreal C.F a la ciudad de Barcelona ha dejado al equipo y a la afición “grogueta” con un mal sabor de boca. El Submarino Amarillo no pudo hacer nada ante el F.C Barcelona. El conjunto dirigido por Unai Emery fue bastante inferior al equipo local. Sin idea de juego y totalmente desconectados del partido, los jugadores amarillos estuvieron lejos del fútbol que pueden dar.

Si algo bueno se puede sacar del encuentro son los errores a mejorar de cara el resto de temporada. Este es el comienzo de una etapa que ilusiona a todos, pero que todavía queda mucho trabajo por hacer por parte tanto del entrenador, el cual no supo plantear bien el partido, como de los jugadores, que no dieron el mejor nivel.

  • Para olvidar

Un mal día lo puede tener cualquiera y ayer le tocó al Villarreal C.F. Los primeros 45 minutos de partido fueron catastróficos para el Submarino Amarillo, no tanto para el conjunto blaugrana que se encontró muy cómodo en el terreno de juego y metió 4 goles de forma fácil. Sorprendente el bajo nivel del equipo amarillo y la poca garra en el campo.

La goleada pudo ser mayor, pero las intervenciones del guardameta Sergio Asenjo fueron claves para evitar la noche del terror.

  • Emery acertó en los cambios

El técnico vasco acertó en los cambios en la segunda parte. La figura en el centro del campo del valenciano, Vicente Iborra, es indispensable para este equipo. Con el ‘10’ y el talaverano Manu Trigueros en el verde del Camp Nou, el juego del Submarino mejoró.

La presencia de Take Kubo y las ganas de aportar su calidad al equipo dejaron detalles y muy buenas sensaciones. El japonés está para ser titular y ayer lo demostró, fue el mejor en ataque. Atrevido y peligroso, con tan solo 20 minutos revolucionó el juego y generó varias ocasiones de gol.