527 encuentros. 69 goles. 3 Ligas de Campeones. 4 Ligas. 2 Intercontinentales. 1 Supercopa de Europa. 3 Supercopas de España. Ese es el currículo, del que para muchos, es el mejor lateral zurdo de la historia del fútbol. Roberto Carlos Da Silva marcó una época desde la banda del Santiago Bernabéu. El legado que dejó aún se recuerda con mucho cariño, ídolo para la parroquia blanca.
En el verano de 1996 aterrizó en Concha Espina desde el Inter de Milán, un año después de su llegada a Europa. Con el paso del tiempo, los 500 millones de pesetas (3 millones de euros al cambio) pagados se considera una auténtica ganga. Su mala relación con el entrenador de los neroazurri, Roy Hogdson, que le ubicaba fuera de su posición y con el que no tenía buena relación, hizo que el brasileño ni se lo pensara cuando recibió la llamada de Lorenzo Sanz.
Un ‘3’ de leyenda
Desde su llegada se convirtió en un fijo. Capello apostó por él, adueñándose del lateral izquierdo 11 años, hasta su salida rumbo a Turquía y ante la pujanza de su digno sucesor, Marcelo. Entre medias fue capital para todos sus entrenadores, ganando además en peso y jerarquía. Sus goles de leyenda, su velocidad, su aportación al ataque y el cerrojo en la parte izquierda de la defensa blanca, fueron claves en la consecución de 13 títulos en una de las épocas más exitosas de la historia del club más laureado de España.
A principios del siglo XXI con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia, la entidad sufrió una transformación en varias parcelas, especialmente en la deportiva. Llegaron los denominados ‘Galácticos’, comenzando con Luis Figo, y seguido por Zidane, Ronaldo, Beckham y Owen. A ese tratamiento de estrellato a nivel mediático se unieron tres futbolistas que ya estaban en la plantilla: Raúl, capitán y santo y seña del madridismo; Casillas, dueño de la portería a pesar de su juventud; y el propio Roberto Carlos.
Fin a su historia con el Madrid
En 2007 llegó el momento de decir adiós a la que fue su casa durante una década. Se despidió con una de las Ligas más espectaculares que se recuerdan por la emoción hasta el final, aportando un gol en Huelva que a la postre fue definitivo para el título. Salió dirección a un histórico del fútbol turco, el Fenerbahce. Se mantuvo tres temporadas donde acumuló más de 100 partidos jugados, 10 goles, 13 asistencias y 2 Supercopas turcas.
Volvió a su país natal durante un año para jugar en el Corinthians, pero decidió regresar a Europa en 2011 para enrolarse en el efímero proyecto del Anzhi ruso, donde acabó desempeñando la labor simultánea de jugador y entrenador. Año y medio después, ponía fin a su carrera en el fútbol. Sin embargo en 2015, a sus 42 años volvía a calzarse las botas para jugar en India en el Delhi Dynamos mientras que ejercía como míster, donde tan solo disputó tres partidos para esta vez sí, retirarse.
Mucho antes ya había disputado su último partido como internacional con la selección brasileña, donde también es historia. Acumuló 128 internacionalidades (solo superado por Cafú), convirtió 11 tantos, uno de ellos recordado por su espectacularidad, y conquistó un Mundial, dos Copas América y una Copa Confederaciones.
Una vida ligada al balón
Sin haber acabado su carrera como futbolista, ocupó el puesto de entrenador en Anzhi. Tanto le atraía el dirigir desde el banquillo, que ejerció como entrenador en el Delhi, en Turquía en el Akhisar y en el Sivasspor, y en Qatar en el Al-Arabi, con unos resultados que no han sido los esperados.
En 2016 recibió la llamada de Florentino para pasar a formar parte del organigrama del club, trabajando con la cantera en labor formativa y de tecnificación, informando a Zidane sobre los jóvenes valores de ‘La Fábrica’. En la temporada 2018-19, formó parte del cuerpo técnico del Castilla, entrenado por Manolo Díaz.
Compagina su trabajo en la cantera con otras labores dentro de la estructura blanca, ejerciendo como embajador del Real Madrid en actos, y de comentarista en la televisión oficial del club. Tampoco ha dejado por completo de dar patadas a la pelota, ya que sigue jugando en el equipo de veteranos del Real Madrid y en la AD Colmenar Viejo. Por lo tanto, no es descartable que en unos años le veamos como parte del staff del primer equipo.