El Real Madrid espanta sus fantasmas con una victoria contundente ante el FC Barcelona (1-3) en el Camp Nou. Después de una semana muy amarga con dos derrotas a las espaldas, el conjunto blanco necesitaba un impulso para recargar las pilas y salir con más confianza que nunca. El triunfo en el Clásico supone el empujón para cambiar la mentalidad y mantener una actitud fuerte en los próximos compromisos. Con esta victoria, el Real Madrid aumenta su ventaja ante el Barça en Liga por 6 puntos, a falta de los encuentros aplazados. La siguiente parada llega hasta la Champions y también será un partido clave para el devenir de la fase de grupos.

La ausencia de Sergio Ramos siempre es determinante para la columna vertebral del Real Madrid. Sin el capitán, el conjunto blanco se ha acostumbrado a sufrir sus encuentros e incluso a perder. Contra el FC Barcelona se ha notado la autoridad de Ramos, anotando el gol de penalti y en sus declaraciones posteriores para los medios de comunicación.

El Clásico suponía una ocasión inmejorable para recuperar las sensaciones que el equipo había perdido con las dos derrotas consecutivas. «Teníamos una oportunidad única como es el Clásico para reivindicarnos. Siempre lo hemos dicho, el estado físico es independiente a como se llega a este partido. Es una extra de motivación, un partido único en el mundo. Lo afrontamos con muchas ganas para llegar de la mejor manera posible. Después de una semana jodida hay que estar unidos, pero no hay tiempo para lamentarse por lo que pasó. A lo largo de la temporada siempre se atraviesan malas etapas y malas rachas. Ojalá esta sea una de ellas, que solo ha durado una semana. Contento por los tres puntos del Clásico. Todavía queda muchísimo, pero siempre he dicho que el nivel anímico es más importante que el físico. Esta victoria nos viene muy bien anímicamente para afrontar los siguientes partidos. Hemos sabido dejar al margen la crítica y todo lo que se ha hablado sobre los dos partidos que erramos. Ahora contento, saborearlo, pero esto sigue. Una victoria en un Clásico y en casa del eterno rival siempre es muy gratificante», explica el capitán del Real Madrid.

El partido ha tenido un inicio inesperado con goles tempraneros de Fede Valverde y Ansu Fati, una situación muy distinta a lo que se preveía: «Es lo que tiene jugar contra los mejores jugadores del mundo. Somos dos equipo que estamos muy sólidos defensivamente, con pocos espacios. Nos tenemos mucho respeto y eso hace que a veces el resultado parezca una noria. Nosotros hemos salido muy motivados, intentando presionarles en campo contrario. Hemos conseguido el objetivo, que era marcar gol y quitarles el balón para que sufrieran más. En la primera parte ganamos la posesión y en la segunda hubo etapas donde decidimos estar en bloque medio e intentar defender después del segundo gol. En líneas generales muy bien. Anímicamente nos viene de categoría y yo creo que hoy el equipo demuestra ese compromiso. La crítica no debe dañarnos, debe permanecer en un lado y seguir siempre nuestro rumbo y nuestro objetivo, que era ganar hoy aquí y lo conseguimos».

La polémica siempre está servida en los Clásicos y en este encuentro no podía ser menos. El Real Madrid se adelantaba (1-2) con gol de Ramos de penalti, a lo que el capitán estima que «al final son marcajes donde alguno va al límite. Concretamente, en la jugada de este penalti es clarísimo. Lenglet me agarra cuando intento saltar y creo que es bastante claro. Juzgar ahora al árbitro por una acción que para mí es bastante clara es injusto. Están ahí para intentar hacer su trabajo lo mejor posible. Hay veces que aciertan, otras que no... Tenemos que vivir con ello. El VAR también está para ayudarnos y creo que el penalti ha sido bastante justo. Después de meter el 1-2 hemos decidido no meter el culo atrás y salir a presionar. Aprovechamos el bajón anímico que tuvieron ellos para ir a buscar el tercer gol y no defender el resultado».

Las dos derrotas habían puesto al equipo en el ojo del huracán. Tras el impulso de la victoria ante el Barça vuelve a salir el sol para el Real Madrid, pero aún surgen dudas sobre la capacidad del equipo en Liga y Champions: «Llevo 16 temporadas en el Real Madrid y una semana de crisis son dos partidos. No deben cambiar nuestros objetivos y tenemos que seguir fieles a nuestro rumbo, que es sumar de tres en tres e intentar hacer un buen papel ahora en Champions. Como he dicho, dejar un poco al margen la crítica que intenta destruir la buena energía que siempre hay dentro del colectivo. Vamos a seguir firmes, pero tampoco hay que sacar pecho. Son tres puntos que saben a gloria en el campo del eterno rival. Esto sigue y no es más que un partido, aunque con sabor especial».

Aun así, se podía entrever que las sensaciones dentro del vestuario antes del encuentro no eran las más adecuadas, pero se ha conseguido cambiar el rumbo. «Esa energía negativa se acaba palpando y respirando. Los que llevamos más tiempo nos encargamos de sacarla, aunque sea con aspiradora, y que dure el menor tiempo posible dentro. Pasar página. No nos vamos a tirar cuatro días celebrando el Clásico ni nos vamos a quedar saboreando  la derrota. Este equipo ha ganado mucho, queremos volver a hacerlo y este es el camino», detalla Sergio Ramos.