La primera final de la temporada a principios de diciembre para la Real Sociedad en casa quedó en nada. No le quedaba otra que sacar los tres puntos ante el rival más débil del grupo para llegar al estadio Diego Armando Maradona con el billete casi encarrilado. O eso, o un empate y que el AZ no lograse los tres. El encuentro en Croacia no fue ni mucho menos fácil para los donostiarras, un gol de Bautista a escasos minutos del pitido final dio los tres primeros puntos al cuadro de Alguacil

En el once se presagiaba desde días antes que el oriotarra no se andaría con chiquitas, el primer match ball para los txuriurdines en esta temporada tan atípica tenía que caer de su lado. Volvía el mago David Silva al once tras la lesión que le dejó fuera los dos últimos encuentros (ante Az Alkmaar y Villareal) con Zubeldia, una vez más, iniciando desde atrás y Zubimendi acompañando al indiscutible Merino en la medular. El escollo, por su parte, no tenía nada que jugarse, más que lo económico y el orgullo de puntuar en casa del líder de la liga española. Los de Simon Rozman realizaron hasta cinco cambios en el once respecto al litigio de la primera jornada, entre positivos (tres de ellos titulares en el partido de ida) y lesionados. 

  • Dominadores, por debajo en el marcador

Apretaron y presionaron alto los txuriurdines queriendo llevar la iniciativa desde el principio, con el fin de evitar males mayores ante un conjunto que esperaba atrás con línea de cinco. Empezaba pronto a relucir la magia el canario sobre el tapete donostiarra, comandando en la medular. Halilovic probaba suerte tras un saque de esquina, sin embargo se marchaba bastante lejos de la meta defendida por Remiro. Desde los Países Bajos llegaban buenas noticias con el gol de Mertens para la escuadra napolitana (0-1). La Real estaba algo más cerca del pase. Isak tendría la oportunidad más clara del choque a los diez minutos tras un pase en profundidad de Silva, pero atajaba abajo Nevistic sin problemas. 

Insistían los atacantes de la Real sobre el área croata, ellos se mantenían en pie y aguantaban el asedio realista. A los veinte minutos del encuentro, llegaba la primera polémica con una presunta mano de un jugador del Rijeka, pero a los pocos minutos rectificó el línea tras hablar con los diferentes asistentes y concedió bote neutral. VAR sin VAR. Merino recibía la primera tarjeta tras una falta clara a un jugador croata. Zubeldia hacía de Silva en una de las jugadas, pero Isak volvía a estar lento e impreciso ante el cancerbero de 22 años. Sobrepasada ya la media hora de encuentro en el estadio del barrio de Amara, a la Real, no así como en Liga, le costaba hacer un mundo un tanto. 

Isak perdonaba una nueva ocasión en un mano a mano a pase de Zubimendi, pero no se le notaba cómodo al ariete sueco en la noche de hoy. En la siguiente, saltaba la sorpresa con la diana del Rijeka tras un corner que remata Velkoski tras una prolongación de Menalo. Se adelantaron los visitantes cuando nadie se lo esperaba. Mazazo a poco tiempo del descanso. Andrijasevic recibía la segunda cartulina tras un golpe aéreo con Zubimendi. Cerraban los locales a los croatas, pero no encontraban los espacios. Januzaj botaba un nuevo saque de esquina y remataba Isak, nuevamente, sin fortuna. No había tiempo para más, el primer periodo del envite europeo finalizaba con victoria croata. 

  • A la Real le cuesta hacer gol y lo paga caro

Al igual que en la primera parte, los de Alguacil acosaron al rival con rapidez en las combinaciones y llegando por bandas con los dos laterales prácticamente reconvertidos en extremos. Cerca estuvo el Rijeka de dar un susto mayúsculo en un mano a mano que detuvo Remiro. Si no era un buen momento para los realistas, peor lo era con las noticias que llegaban desde el AFAS Stadion, había empatado Martins Indi (1-1). Oyarzabal erró dos ocasiones inmejorables para la Real; una, tras jugada colectiva y, la segunda, en un saque de esquina que remató al travesaño. Isak, cabizbajo, se retiraba tras una noche aciaga para él, lo había fallado todo. En su lugar entraba Jon Bautista, el héroe del encuentro de ida. 

Se habían cumplido ya los primeros quince del segundo periodo, lo seguía intentando de todas las maneras posibles la Real. Se aproximaban reiteradamente a la meta de Nevistic, pero los chicos croatas estaban haciendo el partido de su vida. Imanol se la jugaba con todo. Daba entrada a Willian José y Gorosabel por Zaldua y Silva. El protagonista de la ida igualó la contienda con un gran zurdazo inapelable. Se animaba la Real. Pero el fútbol a veces es cruel. Una llegada del Rijeka, gol de corner para emular el primero. Loncar, el goleador, ante una defensa frágil. 

A falta de quince para el pitido final, otra vez volvía a ponerse la Real en contra y por debajo en el marcador. Pero ahí estaba Monreal para volver a igualar el choque tras una jugada donde quedó suelto el esférico. Tras el tanto, Roberto López y Portu salían en detrimento de Oyarzabal y Januzaj. Bautista de cabeza, Merino desde su casa... de todas las maneras. Quedaba el último tanto. Ellos se agazapaban en su área, lo defendían con uñas y dientes. Pero el portugués dictó sentencia. La Real se dejó dos puntos y se irá a tierras napolitanas a jugarse el pase.