La expectación cuando se escucha que Eden Hazard es titular en un partido con el Real Madrid es notable. Tanto la afición como la misma entidad blanca buscan encontrar a ese Hazard que tanto brillaba con el Chelsea en la Premier como con la selección belga. Sin embargo, por unas razones o por otras, el rendimiento del jugador dista mucho de ser lo que se esperaba de él cuando fue fichado. 

El estado del césped no acompañó

Contra el Osasuna, un rival ya de por sí difícil históricamente para el Madrid, y en el Sadar, un estadio que siempre se le resiste a los blancos, se esperaba el cien por cien del equipo. E, inevitablemente, los ojos se iban hacia Hazard, que no arrancaba de inicio hacía unas cuantas semanas ya. Era un quiero y no puedo constante del de La Louvière. No es que estropeara cada balón que pasaba por él, pero tampoco colaboró excesivamente para desatascar el marcador. 

Hazard ha estado condicionado por las lesiones que le han acompañado desde que llegase al Real Madrid. La última en noviembre, que le mantuvo alejado de los terrenos de juego más de un mes. Necesita minutos, tiempo para volver a situarse... pero es que su fichaje costó más de 100 millones y todavía no hay ni rastro del galáctico que se prometió. 

El belga no estuvo al cien por cien en el partido | Foto: Real Madrid
El belga no estuvo al cien por cien en el partido | Foto: Real Madrid

Cada vez más lejos del liderato

A la lista de inseguridades de Hazard se le sumó el frío y la nieve. Porque sí, le falta esa confianza que se consigue partido a partido, rodando sobre el terreno de juego. La intención de Zidane es darle los minutos que necesite para dejar atrás esa incomodidad y esa timidez que no es propia del Eden Hazard que la gente conoce. 

En un día en el que ningún jugador mostró su mejor versión, Hazard volvió a no ejercer su papel de 'crack' del Real Madrid. Al belga le queda mucho camino por recorrer si quiere volver a ser el que era; pero el tiempo corre y la temporada no espera a nadie.