El técnico txuri urdin es un tipo peculiar a la hora de mover el banquillo, poca gente entiende sus decisiones. Muchos cambios llegan en la segunda parte y a pocos minutos de que acabe el encuentro. Además, los jugadores dejan el verde con las piernas muy cansadas ya que Alguacil exige concentración y fuerte presión durante los 90 minutos. El aficionado ya se ha acostumbrado a esperar 70 u 80 minutos para que el entrenador haga el primer cambio. 

La finalidad de los cambios es muy cuestionada, nos se sabe si van a por la victoria y firman el empate. Gran ejemplo de ello es el partido contra el Betis, donde llegaron a jugar sin delantero, algo impensable en la Real Sociedad ya que el conjunto donostiarra no sabe jugar como un equipo italiano (a proteger el resultado). Siempre tiene que tener alguna baza arriba para poder matar el encuentro. El final de la historia ya es sabida por todos, el conjunto bético remonta el partido y la Real queda eliminada de la Copa del Rey

La nómina de jugadores que tiene la plantilla txuri urdin es digna de un equipo que quiere aspirar a Europa, pero la gestión de los  suplentes  deja mucho que desear: Adnan Januzaj, el jugador más técnico de la lista  disputa entre veinte y treinta minutos en cada partido y aun así con el poco tiempo que tiene, aporta mas que Portu; Martin Zubimendi, la gran perla de Zubieta muchas veces sale para jugar de central y ahí se ven sus limitaciones en el juego aéreo; Por último Ander Berrenetxea debería disputar más minutos, cada vez se le ve con más confianza y más suelto en la banda izquierda, puede ser el revulsivo de lujo para Mikel Oyarzabal

Pocas cosas se le pueden reprochar al capitán del Barco txuri urdin, ha devuelto la ilusión y el buen juego a Donostia, pero tiene que saber gestionar la plantilla, la racha que llevan es muy mala y hay que salir de este bucle de empates y derrotas. Todo lo que no sea ganar será un fracaso, todavía se puede conseguir el objetivo. Para que la orquesta suene bien el director tiene que saber qué teclas hay que tocar.