Hay que remontarse hasta la temporada 2007/2008, para encontrar el último Cádiz-Eibar que acabó con derrota amarilla, anotó Cristian García para el Cádiz, Goiria y Yagüe hicieron lo propio para los armeros. Lucas Lobos acabó expulsado en el 86'.

De aquella cita no queda ni un solo jugador en las actuales plantillas y quedan pocos que estén aún en activo, pues la mayoría ya han colgado las botas.

Este próximo sábado se volverán a ver las caras en la Tacita de Plata, donde el Cádiz nunca ha sido capaz de vencer a los armeros, cosechando tan solo dos empates frente a dos derrotas. Ambos conjuntos traen una mala dinámica (ambos llevan un mes sin ganar) y a estas alturas no es nada bueno, puesto que cada vez quedan menos partidos y por lo tanto menor tiempo de reacción.

  • Eibar, en la cuerda floja

Los armeros, que en las últimas temporadas nunca ha coqueteado con el descenso, están sufriendo más de lo que esperaban esta campaña pues en todo este tiempo pocas han sido las jornadas que han dormido tranquilos.

Ya lo dijo Cervera en la rueda de prensa de la primera vuelta, el Eibar es un espejo donde el Cádiz debe mirarse, pues sin un presupuesto desorbitado y con un grupo de jugadores muy bueno cada campaña se salva sin problemas. Los vascos juegan como un bloque, muy poco espacio entre líneas y aprovechando las contras con la rapidez de sus bandas, algo muy característico de los equipos de Mendilíbar. También hay que sumarle un buen balón parado.

Uno de los lastres de los azulgranas son los goles tempraneros del rival pues si el contrario marca antes que ellos se les hace muy cuesta arriba el partido (igual que al Cádiz) y carecen de empuje para remontar los tantos iniciales.

  • Atentos a: Kike García

El manchego, que cumple su temporada número seis con los armeros, es el jugador más usado por Mendilíbar (24 partidos) y el máximo artillero de los azulgranas (7 goles).

Kike es siempre un jugador a tener en cuenta pues es ese tipo de delantero que con muy poco, genera muchísimo, ya que lo mismo viene a medio campo a recibir, que se desmarca en banda o remata un córner de cabeza. Destaca por su golpeo y sus movimientos en el área, pues sin ser un jugador muy corpulento es capaz de romper la línea de defensa contraria con facilidad.

Una de las claves del partido es que la delantera de los armeros no tenga su día, puesto que si las bandas y el delantero están 'finos' se le puede complicar el partido a los amarillos.