Sergio Ramos cumplió el pasado martes 35 primaveras pendiente de la renovación con el Real Madrid. El jugador, que está concentrado con la selección española, no ha llegado por el momento a un acuerdo con los dirigentes blancos, para extender su contrato más allá de junio.

En una semana más del culebrón que es comidilla de la actualidad que rodea al conjunto blanco desde principio de temporada, los padres del defensa rompieron una lanza a favor de la continuidad de su hijo: “que se quede en el Madrid, él sigue ilusionado”. Sin embargo, esto no se ha traducido en un avance real en las negociaciones, la proposición blanca sigue sin respuesta por parte de Ramos.

El futbolista está centrado en afrontar al máximo rendimiento lo que queda de temporada tanto en su club como en España, y no ver más allá. Además, sus problemas con la rodilla que le han lastrado a principios de 2021 le invitan a ser precavido con cada decisión que tome. Aunque en su última entrevista, con el streamer Ibai Llanos confesó estar intranquilo con el tema y destacó que, en el caso de marcharse, lo haría con la conciencia tranquila.

El Madrid se comienza a impacientar

En las oficinas del Santiago Bernabéu se sigue una estrategia de silencio absoluto acerca de la renovación de su capitán. No han hecho declaraciones al respecto y no se esperan. Tan solo Butragueño y Zidane se han expresado públicamente, aunque simplemente mostrando el deseo que Ramos siga, sin incidir en detalles del proceso.

Con la finalización del contrato cerca, en el club están nerviosos ante el hecho de no saber como va a actuar Sergio, ya que son plenamente conscientes que se ha ganado el derecho a elegir tras una carrera exitosa, pero a su vez, necesitarían un central de garantías para suplirlo.

Alaba, se marche Ramos o no, está muy cerca de firmar, pero también está la incógnita de Varane, con cantos de sirena de la Premier y el PSG. Militao también podría salir ante su bajo rendimiento, por lo que el único fijo sería Nacho.