Un nueve de agosto del 2019, Fernando Calero Villa aterrizó en Barcelona procedente del Real Valladolid por la friolera cantidad de ocho millones  de euros (para el Espanyol, y muchos equipos de LaLiga, una cantidad increíble). Pero nadie acertaría el futuro que tendría con la blanquiazul en una temporada horrible que estaba por llegar.

Venía de hacer una campaña 2017-2018 envidiable, siendo central revelación de LaLiga por la UEFA. Incluso, por las rotativas españolas, llamado a ser uno de los mejores centrales del panorama español. Sevilla o Arsenal seguían muy de cerca al central. Un fichaje para nada fácil, meses de negociación y ocho millones de euros hicieron falta para que Calero fuera perico de una vez por todas.

El central nacido en un pequeño pueblo de Valladolid, Boecillo, llegaba al cuadro perico para suplir a ni más ni menos, que a Mario Hermoso, que puso rumbo al Atlético de Madrid por unos 30 millones de euros. Un legado muy grande tras la temporada que realizó llevando a Europa League al Espanyol.

Arrancó mal ya sus primeros pasos como perico, ya que llegó con molestias y no pudo jugar lo esperado y no pudo prepararse como los demás. Llamado a ser el central titularísimo para David Gallego, por aquel entonces entrenador perico, pero no fue así. Primeros enfrentamientos como titular y ya dejaron dudas sobre su figura. Malas decisiones, malos partidos, muy débil en todos los sentidos, tanto mental como futbolísticamente hablando. A partir de entonces ningún entrenador, en aquella temporada, confió en él. 24 partidos fue lo que disputó. 

Pero en esta temporada, la siguiente a la horripilante campaña del año pasado, que desembocó en el descenso, Vicente Moreno apostó por él como titular. Acompañando a Leandro Cabrera en el eje de la defensa, siendo inamovibles buena parte de la temporada. Fernando Calero mostraba una soberbia y una seguridad, en todos los sentidos, jamás vista por la parroquia blanquiazul. Vital para Vicente Moreno, Calero es el hombre que da otra cosa, que permite sacar el balón desde la portería con tranquilidad, sabiendo que acabará en buen puerto. Pero un fuerte golpe en la cabeza en el Municipal de Butarque hicieron que Calero perdiera esa titularidad que se ganó a principios de temporada. Sumada al cambio de posición de David López a central, Calero desaparecía del mapa completamente, siendo el tercer central del equipo, jugando cuando habían lesiones y sanciones. Pero desde el partido frente al Mirandés ha cambiado todo, la suplencia de Keidi Bare, y el movimiento de David López al centro del campo hicieron que Calero, junto a Cabrera, ocupasen el centro de la zaga. Un partido bueno, aunque un error en la marca que costaría el segundo gol del MIrandés. Aprovechó las oportunidades desde aquel momento, demostrando un gran nivel.

Con la subida, obligada, de David López al centro del campo debido a la llamada a Keidi Bare de Albania, hicieron a Calero titular en varios enfrentamientos. También, en el pasado partido Calero fue titular porque Cabrera estaba sancionado. Pero la pregunta que se hacen todos los pericos es: ¿Debe ser Fernando Calero titular en los próximos partidos?.

Su rendimiento, influyente para el Espanyo, se puede poner como ejemplo el partido más reciente, el del Albacete, donde Calero fue de los mejores, junto a Raúl de Tomás, del partido. Anotó un gol, y puso orden y pausa a la defensa del Espanyol y, sobretodo, puso rigor a la salida de balón. Aunque, en ocasiones, le vemos dubitativo.

Se continúan viendo brotes verdes en la evolución de Fernando Calero para ser el central del futuro perico por muchos años. Por fin, se vuelve a ver al jugador por el que el Espanyol desembolsó ocho millones de euros. Pocos partidos le quedan al cuadro de Vicente Moreno para acabar la liga y, si un jugador con el rendimiento de Calero en defensa sumándolo con el de Cabrera o David López (excelentes defensores) el Espanyol tiene el ascenso al alcance de sus manos, sino lo tiene ya….