La primera semana de entrenamientos ha empezado con una gran noticia, la renovación del cuarto capitán del club blanco, hasta 2023. Nacho Fernández ha llegado a un acuerdo para la extensión de su contrato, que finalizaba en 2022. A diferencia del ‘caso Ramos’, las negociaciones han sido exitosas y sin ningún problema entre las partes, ya que la intención era que el madrileño siguiera jugando en el Real Madrid.
Si cumpliera las dos temporadas que están vigentes, haría doce años desde de su debut con el primer equipo en Mestalla, siendo Mourinho quien le dio la alternativa. Hasta el momento acumula 233 apariciones, en los que 180 ha participado titular, aportando 12 goles y con tal solo dos expulsiones en su haber. Además, ha sido internacional en 22 ocasiones, estrenándose como goleador con La Roja en el Mundial de Rusia, con un gol impresionante a Portugal.
Importancia dentro y fuera del campo
La polivalencia del alcalaíno la han valorado todos los entrenadores que han pasado por el banquillo madridista en la última década. Su buen rendimiento tanto de central, como en cualquiera de los dos laterales, ha hecho que figure como una especie de comodín cuando los titulares estaban lesionados, sancionados o necesitaban descanso. Incluso en determinados momentos ha asumido el papel de titular, sobre todo en el último tramo de campaña pasada cuando hizo un buen tándem con Eder Militao.
Nacho es el único componente de la plantilla actual que podría ser considerado como ‘one club man’, es decir, el único que ha permanecido todas sus temporadas de profesional en el Real Madrid. Este hecho, algo bastante atípico en la entidad (el último caso es el de Sanchís, que se retiró en 2002), es un sueño y un objetivo para el zaguero, sabedor de que podría pasar a la historia del equipo de sus amores.
En la presente temporada tras la marcha de Sergio Ramos, ha entrado dentro de la nómina de capitanes, junto a Marcelo, Benzema y Varane, e incluso si sus compañeros en la retaguardia salieran durante el verano, tan solo quedaría por detrás de Karim. El brazalete más la trayectoria le hacen uno de los jugadores más respetados de la plantilla y un espejo para los jugadores de la cantera.