Acabó el mercado de fichajes del verano de 2021, y mientras todo el mundo estaba pendiente del futuro de Mbappé, nadie se esperaba que el bombazo final fuera con el Atlético de Madrid como protagonista, en la vuelta del Antoine Griezmann al Metropolitano, finalizando unas negociaciones con el Barcelona sobre la bocina, negociaciones que llevan desde el inicio del mercado estival.

La llegada del francés a nivel sentimental para la afición ha dado mucho que hablar, debido a las formas en la que se dio su salida, con lo que ahora en su vuelta, puede provocar que el ambiente en el estadio sea un poco hostil hacia “El Principito”, que únicamente depende de él mismo revertir esa situación, ya que se trata de una afición que sabe premiar el esfuerzo en el campo, si un jugador lo da todo por la camiseta.

Sin embargo, si nos centramos en lo deportivo, la realidad es que la llegada de Griezmann a la plantilla supone un salto de calidad en la parcela ofensiva, puesto que se trata de un jugador que en su última etapa de rojiblanco, se situó como balón de bronce en el futbol mundial, siendo uno de los mejores jugadores del mundo, nadie niega de la calidad del francés que tiene a su principal valedor en Simeone y que sabe cómo funciona el club.

De repente en el final de mercado, el Cholo se encuentra con una plantilla en la que puede situar en el ataque a Suárez, Correa, Joao Félix, Cunha y Griezmann, por no hablar de otros jugadores que por su polivalencia pueden jugar arriba como son Carrasco o Llorente, teniendo así una variedad de delanteros que cuesta recordar cuando el Atlético de Madrid ha tenido tantos jugadores de esta calidad.

Poniendo como ejemplo el once titular que jugó el último partido frente al Villareal, el Atlético jugaría con un 3-5-2 o con un 5-3-2 dependiendo de la fase del juego en donde estarían Oblak en la portería, Giménez, Savic y Hermoso como centrales con Trippier y Carrasco en los carriles, centro del campo para Koke, Llorente y un Lemar en un estado de forma magnífico, y para finalizar Correa y Suárez en la delantera, once tipo que también fue el que acabó la temporada pasada la Liga.

Ahora bien, sobre este once, Simeone tiene múltiples variables y no sólo en la delantera, puesto que en defensa se queda fuera un Felipe que ha demostrado un gran nivel o en el centro de campo un Kondogbia que ha empezado la temporada rindiendo fenomenal o un De Paul que vino como fichaje estrella, sin embargo, estaríamos hablando de que en ese hipotético banquillo estarían Griezmann, Joao Félix y Cunha, tres jugadores que podrían ser titulares sin ningún problema.

Bendito problema para Simeone que se encuentra con una plantilla de una calidad altísima, y con una delantera que muchos equipos de Europa desearían tener, ahora depende del propio Cholo, conseguir una buena repartición de minutos y una competencia interna sana que haga crecer el nivel del equipo para así conseguir que se vea a un gran Atlético de Madrid, materia prima tiene, veremos el producto final.

La competencia Joao Félix y Griezmann

Mucho ha dado que hablar también la posible convivencia entre el menino y el francés, puesto que la posición en el campo es relativamente parecida y se escuchan rumores de que no van a ser compatibles, realmente los grandes jugadores siempre son compatibles, tarden más o menos en compatibilizar, así se decía de Messi y Neymar y formaron una delantera brillante.

Con un director como Simeone, la afición puede estar tranquila de que esa “competencia” va a tornar en que uno aprenda del otro, y una vez salgan al campo den lo mejor de cada uno, ellos mismos deben ser conscientes de combinando es como pueden lograr algo muy grande y respecto a Joao, tener a su lado a un jugador como Griezmann para aprender solo le puede beneficiar, veremos finalmente cuando esté sobre el campo esa sociedad como funciona.