Venció y, aunque con titubeos, acabó convenciendo el Real Betis sobre el verde de El Sadar. Con una defensa inédita ante las bajas de Bartra, Pezzella y Víctor Ruiz, Pellegrini tuvo que trazar un plan que le permitiese sacar la mejor versión del equipo en Pamplona. Y así lo hizo. Volviendo a dar una masterclass de cómo usar los cambios en el encuentro, el Betis se hizo con la victoria gracias a los jugadores que entraron desde el banquillo. 

Pero si alguien va a guardar con buen recuerdo el encuentro disputado en esta noche de jueves ese va a ser, sin duda, Kike Hermoso. El central madrileño debutó en Primera División asumiendo la responsabilidad de suplir las bajas con las que el Real Betis contaba. Y lo hizo sin complicaciones. Y no solo asumió su papel en defensa, sino que tiró de picardía en ataque y así llegó el primer gol del encuentro.

Al término del encuentro, el canterano fue el encargado de atender a los medios de comunicación. En primer lugar aseguró estar "más feliz imposible". Con una gran sonrisa en el rostro expresó que ha "cumplido un sueño". Primeramente fue cuestionado por su primer tanto en primera: "me he quedado un poco aislado en el área porque vi que el balón no venía hacia mí, la he rematado bien y ha entrado para dentro".

En su debut, eran muchos los ojos que se posaban sobre su persona. Eso hacía que la dificultad del encuentro fuese aún mayor. Además, su posición en el verde la hacía lidiar con el siempre correoso Kike García. Sobre el encuentro decía saber que "es un rival fuerte y un partido duro" y no olvida agradecer tanto al míster "por la confianza" como a sus compañeros que "me han ayudado en todo".

Para terminar, quiso dedicar su tanto a su familia y en especial "a mis abuelos que siempre están ahí y a mi novia que está hoy por aquí". Antes de esto, quiso recalcar la seriedad que mantuvo el encuentro manteniéndose "férreo atrás para que al final llegaran los goles".