No va a ser un partido normal el que se disputará en el Santiago Bernabéu, o al menos no debería serlo. Si el Madrid gana cantará el alirón de lo que es su 35ª liga, una en la que ha conseguido doblegar a la gran mayoría de rivales por el camino, y a la que llega a la jornada 34 dependiendo de mismo, esperando una victoria que le permita celebrar un título tras la debacle del año pasado donde no pudo conquistar ninguno.

Enfrente estará el Espanyol, que curiosamente forma parte de esa pequeña nómina de equipos a los que el Real Madrid todavía no ha podido superar esta temporada. Viajan sin urgencias los del Barcelona, sabedores de que ya han hecho los deberes y de que no hay nada, salvo catástrofe, que les pueda estropear una temporada que ha podido ser hasta notable en algunos tramos del campeonato.

Un remanso de paz

Entre guerra y guerra siempre hay un cobijo para esconderse. Eso es este partido para el Real Madrid, una pequeña trinchera donde guarnecerse de las bombas de la Champions, donde poder dejar de escuchar por unos instantes las balas del Manchester City y relajar pulsaciones. Pero no vale relajarse, también debe ser el preludio de la siguiente batalla, una primera toma de contacto con el Santiago Bernabéu, que deberá marcar el primer gol de una eliminatoria donde, realmente, solo hace falta un gol para que se equilibre.

Vallejo puede debutar, Ceballos será titular, Módric, si todo sale bien, no olerá césped… Se esperan muchas rotaciones en el equipo de Carlo Ancelotti, que este sí que ha hecho los deberes, y con nota, y se puede permitir que sus titulares descansen en el banquillo mientras en su cabeza solo existe el partido del miércoles. Una victoria supondrá un golpe de moral tremendo, un alirón y una fiesta previa a lo que viene, pero una derrota no significa nada, solo postergar al Wanda lo inevitable.

Un Espanyol con mucho que mejorar

El Espanyol ha venido para quedarse. Las sensaciones lo aseguran, pero la tabla todavía más, donde, si todavía las matemáticas no les dejan descansar, sí esos 39 puntos que según la ciencia inexacta de LaLiga deberían servir para que un equipo no se tenga que preocupar. Su primer vuelta, donde ganó al Madrid y a la Real o empató contra el Betis por ejemplo, fue suficiente para permitirse el pequeño bajón de la segunda, con la primera victoria resistiéndose más de lo debido en 2022.

Getty Images
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Aún así, no es todo positivo para un Vicente Moreno sobre cuya figura se ha erigido la sombra en alguna ocasión, pero a quien los chispazos de R.D.T. y la magia de Darder le han salvado el puesto. No termina de carburar el equipo, sobre todo en esta segunda vuelta, pero no por eso dejan de ser un rival contra el que nadie se querría enfrentar. Diego López volverá a la que fue su casa durante 2014, mientras que el propio Raúl de Tomás aprovechará el escaparate de lo que fue su equipo para, quién sabe, soñar con una segunda oportunidad.

Antecedentes

Llegaba el mejor Madrid de la temporada al RCDE Stadium con el objetivo de seguir sumando, pero se encontró a un Espanyol que no le puso las cosas fáciles. Tanto fue así que el 2-1 final significó que la victoria caía de lado de los locales, gracias a los goles de R.D.T. y de Aleix Vidal.

Onces posibles

Real Madrid,: Courtois; Marcelo, Vallejo, Rafa Marín, Lucas; Camavinga, Valverde, Ceballos; Rodrygo, Mariano, Asensio.

Espanyol: Diego López; Pedrosa, Cabrera, Sergi Gómez, Calero, Aleix; Vilhena, Herrera, Darder; RDT, Puado.

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