Segunda temporada completada por el 10 rojiblanco. El belga asumió el dorsal de los grandes, el del jugador distinguido, ganado en la primera temporada con creces y a base de grandes partidos. En el grueso de esta  2016/2017 temporada ha habido Yannick Carrasco de todos los estilos, pero en un resumen general podemos afirmar que el belga fue el cuchillo que tuvo que ser. Pese a las irregularidades y momentos al margen, Carrasco fue lo que debió  de ser. El arma peligroso en ataque del Atleti. El veneno. La salsa brava de un buen plato, el picante.

Acaba Ferreira una temporada con muchos sobresaltos y estados anímicos. Seguramente, su alegría en el juego, es lo que más se haya echado de menos. En tramos de temporada se vio un Carrasco más apagado, menos alegre en la banda. Salvo depresiones, es y ha sido el arma más peligroso en ataque del Atleti. Antoine al margen, el belga es el mejor valor en el ataque rojiblanco y lo ha vuelto a demostrar. Por la banda o en punta de ataque, Carrasco ha sido la velocidad y el vértigo de Simeone.

El belga acabó la temporada con un total de 3419 minutos entre las tres competiciones.  El extremo disputó 53 partidos sumando 14 goles, divididos en diez tantos ligueros y un par en Champions y Copa del Rey. Comparando los 5 cinco goles que consiguió en la primera temporada rojiblanca, la mejora es evidente, pero deja la sensación de que el belga esconde mucho más.

Entre las crisis, descubrimiento de necesidad

La temporada de Yannick no ha sido todo un camino llano y agradable. El tránsito por la temporada 2016/2017 del extremo rojiblanco ha estado marcado por las idas y venidas. A pesar de ser una de las piezas claves de este Atleti  no se ha librado de llenar su saco de crisis. Ni si quiera un jugador importante de un equipo importante, se libra de los baches.  Carrasco superó todo y demostró ser una pieza vital.

Comenzó la temporada de manera que ya se conocía en el Vicente Calderón. Un Carrasco dinámico, atrevido, pegado a la banda e intentando burlar cualquier defensa. Su evolución y explosión se fue tramitando con el paso de jornadas donde el belga se convirtió en un jugador más puntillero, más práctico, más letal. Un martillo pilón ante la meta contraria. Su gol de la victoria ante el Bayern abrió una racha de goles importante que le llevaron a la renovación. Siete goles en seis partidos consecutivos le impulsaron pero trajo consigo una sequía hasta fin de año.

El 2017 empezó con la crisis “Carrasco-Simeone”. El argentino molesto con la actitud del belga y su poca predisposición a jugar en otras posiciones llegó a dejar fuera al extremo del equipo. Poco a poco, la velocidad y el vértigo del 10 se volverían a colar en el equipo y pese a la perdida, en medida, de esa alegría tan vistosa del belga, se acabaría por convertir, otra vez, en importante.

Griezmann comiendo a parte, Carrasco se entiende clave en este Atleti. La pasada campaña sorprendió y gustó a la afición rojiblanca. En esta temporada que ya damos por concluida, el belga irrumpió con goles e importancia. El próximo año veremos la nueva evolución del extremo, llamado a ser un crack.

 

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