El Valencia llegaba al partido con 0 puntos y en penúltima posición, tan solo por encima del Celta. En las dos primeras jornadas, el conjunto che perdió ante Las Palmas y el Eibar, aunque con un juego mejor de lo que indicó el resultado. Por su parte, el Betis aterrizaba en Mestalla con un solo punto, el arañado en el partido ante el Deportivo de la Coruña en la segunda jornada, ya que en la primera, el Barça le pasó por encima en el Camp Nou.

En los onces iniciales se vieron varias caras nuevas. En el conjunto local se pudieron ver los debuts, de inicio, de Garay y Mangala, además, Nani y Mario Suárez, que se estrenaron como valencianistas ante el Eibar, disputaron sus primeros minutos en Mestalla.

Por parte del conjunto bético, Brasanac y Álex Alegría disputaron su primer partido en liga, mientras que Ceballos fue la principal novedad de la convocatoria de Gustavo Poyet, ya que no entró en ella. 

Precisamente Brasanac y Álex Alegría fueron dos de los protagonistas del comienzo del encuentro. Y es que, los dos debutantes en liga del conjunto verdiblanco, fueron los responsables de manifestar en ocasiones el buen inicio de partido del Betis. El serbio fue el primero en probar suerte tras un gran regate a Garay, mientras que Álex Alegría fue el encargado de llevar a cabo el primer tiro a puerta del equipo sevillano. A pesar de esas dos ocasiones, fue el Valencia el que dominó la posesión en los primeros minutos, con bastantes llegadas, aunque sin mucho peligro. El Betis aprovechaba ese poco peligro valencianista para salir a la contra. Contras que nacían en los pies de un gran Joaquín. El jugador gaditano pidió el balón y le sacó jugado, con grandes regates sobre los jugadores del Valencia, para buscar líneas ofensivas, pero sus jugadas acabaron la mayoría en los pies de los jugadores del Valencia. 

El partido le siguió sonriendo al Betis, y es que el partido se jugaba a lo que quería el conjunto de Poyet, sin pasar apuros en defensa y pudiendo marcar en ataque, lo que acabó llegando por parte del goleador habitual del Real Betis, Rubén Castro. El delantero canario, tras un gran pase de Piccini, controló y amagó con tirar, lo que dejó sin posibilidad de defensa a Cancelo y dejó al "24" solo ante Diego Alves. Rubén no falló y mandó el balón a la escuadra izquierda del Valencia.

El partido llegó con ese 0-1 al descanso y con las sustituciones de Felipe Gutiérrez por un choque en su rodilla derecha, y de Gayà, quien llegaba al partido con algunas dudas, y tras dos malas noches, tuvo que ser sustituido por posibles mareos debidos a a las altas temperaturas y el sol que alumbraba su banda durante toda la primera parte.

Tras el comienzo de la segunda parte, el partido se le puso más favorable aún al Betis con la expulsión a Enzo Pérez, tras una dura entrada sobre Durmisi. Sin tiempo para que el Valencia respirara, el equipo de Poyet hizo el segundo con una buena definición de Joaquín, que finalizó una gran contra iniciada con un pase desde la otra banda de Durmisi.

El Valencia sintió la presión de su público y comenzó a llegar al área bética, aunque sin mucho peligro. Por parte del Betis, Brasanac vio los problemas de su equipo y comenzó a forjar grandes jugadas, llevando el balón al ataque con mucha calidad. 

A falta de 25 minutos, Munir hizo temblar la portería de Adán, con un disparo magnífico de con el interior, que se marchó al larguero, justo en el momento en el que Mestalla daría a Joaquín una de las grandes ovaciones de la tarde.

El conjunto local continuó apretando y llevando la iniciativa en los minutos finales y acortó distancias con un gran gol de Rodrigo por debajo de las piernas de Adán, tras una gran asistencia de Parejo, para poco después empatar un partido que se suponía cerrado. El encargado de marcar el segundo gol valencianista fue Garay, que aprovechó un rebote en un córner para mandar el esférico al fondo de las mallas de la portería del Betis.

Tras el empate, el Betis quiso volver a dominar el partido, pero tuvo muy difícil entrar de nuevo en la dinámica del juego, ya que el Valencia se encontraba en su punto dulce del partido y seguía llegando con mucho peligro. Pero en esos minutos finales, dos figuras ya conocidas por los aficionados béticos, Adán y Rubén Castro, fueron determinantes. El portero bético salvó a su equipo en varias ocasiones, manteniendo así el empate en esos momentos, para que el delantero canario apareciera en boca de gol, como casi siempre, para decantar el partido y llevar los tres primeros puntos al Benito Villamarín.

Tras el 2-3, el Valencia seguirá en puestos de descenso con 0 puntos antes de viajar a Bilbao en la próxima jornada para medirse al Athletic Club. Los béticos, por su parte, suman cuatro puntos, colocándose en la mitad de la tabla, y se enfrentarán al Granada en el Benito Villamarín en la próxima jornada del campeonato liguero.