El VAR está de moda y ,el Villarreal y el Eibar se han empeñado en hacerlo más protagonista, o más concretamente ha sido Kike García quien se ha encabezonado en sacarlo de nuevo a la luz. El delantero motillano (Motilla del Palancar, Cuenca) ha sido el auténtico protagonista del partido. En primer lugar, el 17 armero cayó dentro del área ante "supuesto" derribo de Álvaro, el cuál pudimos observar tras la repetición, que lo que había sucedido había sido un "piscinazo". Así que, el aficionado de bar sí ha podido ver si era o no era penalti, pero los árbitros podrán seguir robando protagonismo a los futbolistas porque ellos no tienen VAR.
Intercambio de dominio en los primeros 45 minutos
El encuentro comenzó con dominio amarillo, pero rápidamente comenzó lo que sería un intercambio de protagonismo durante toda la primera mitad. Han sido unos primeros cuarenta y cinco minutos de intensidad, con alguna que otra ocasión por los dos bandos y que finalizó con el Submarino Amarillo adelantándose en el marcador por medio de Roberto Soriano, después de cabecear un centro perfecto de su compañero Mario Gaspar. Así se llegó a la contienda.
Tras el descanso, los acontecimientos se precipitaron a una velocidad de vértigo. Y es que en el 48' Pedro León materializó de penalti el empate. Apenas les había dado tiempo a los espectadores a volver sus asientos cuando la igualada subió al electrónico del Estadio de la Cerámica. Tocaba vuelta a empezar.
Kike García provocó el penalti del empate y anotó el gol que puso por delante a los suyos
Se dice que el fútbol es un estado de ánimo y no hay mejor ejemplo para demostrarlo que el partido de esta mañana. Si el Villarreal terminó bien la primera mitad, cuando iba por delante en el marcador, todo cambió una vez igualó el Eibar. Es cierto que previo al segundo de los visitantes hubo una mano clarísima de Lejune que de haber habido VAR podría haber cambiado el devenir del encuentro. Sin embargo eso sólo queda en una posibilidad. Más allá de eso, el equipo guipuzcoano se creció y encontró en Kike a su mejor aliado. El delantero, que posó en la fotografía inicial con su niña recién nacida, marcó adelantándose al primer palo, en un movimiento de puro nueve.
El segundo gol fue un golpe anímico muy importante para los pupilos de Fran Escribá. Los amarillos necesitaban ganar para meterle presión a la Real Sociedad que juega esta tarde y además poner distancia con sus perseguidores. Sin embargo, no hubo reacción y tanto los jugadores como el Estadio recibieron un mazazo del que no lograron levantarse.
Por si no fuera poco, en los visitantes juega un japonés con un talento extraordinario que le dio por brillar bajo un sol resplandeciente como el que tenía la mañana castellonense. Takashi Inui se sacó un golazo por la escuadra a doce del final y la distancia resultaba prácticamente insalvable, a pesar de que Roberto Soriano marcó su segundo de la mañana y maquilló algo el marcador. La reacción llego tarde y no hubo tiempo para mucho más.
Los eibarreses regresan al País Vasco soñando con entrar en Europa y se sitúan a cuatro de su rival de esta jornada, así como de sus vecinos guipuzcoanos de la Real Sociedad, aunque éstos reciben al CD Leganés en Anoeta. Los castellonenses por su parte ven lejos el sueño de la Champions League y deberán de poner sus miras en mantener la plaza de Europa League de la que gozan ahora mismo. Quedan jornadas por delante, pero de lo que se va hablar estos días, de nuevo, en los bares es del VAR.