Sin prisa, pero sin pausa, José Arnáiz llega para quedarse. Acunado bajo el manto de los cielos más humildes de Talavera, el ariete ha logrado convertir en vendaval todo el fútbol acunado bajo sus botines. Exaltado como una auténtica revelación, su carácter ganador le permite forjarse con cautela como la joya más en bruto de un filial que empuja con soltura su nombre.

Tardío, pero efectivo, su fichaje no tardó en resonar con acordes de conquista sobre los aledaños de un Miniestadi que no demoró en dominar. Con el curso en marcha, y las riendas del filial encaminadas, el FC Barcelona anunciaba el fichaje de José Arnáiz para el filial azulgrana a dos días de la clausura del mercado estival. Sin mucho ruido, pero con la eficacia de quien alberga cualidades de campeón, Arnaiz apenas tardó tres días en enfundarse la elástica azulgrana. En su primer partido apuntó como titular frente al Granada CF, mostrando la esencia de un depredador con insaciable anhelo de gol.

José Arnaiz celebrando un gol ante el Córdoba FC. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Ante su afición, en su estreno festivo ante todo un histórico de Primera, José Arnáiz desplegó sobre el tapiz su mejor artillería con un ‘doblete’ como la mejor de sus cartas ante el Córdoba CF, debutando como goleador con la zamara azulgrana. La presentación estaba servida. Su polivalencia, intrínseca en su gen competidor, avala al ‘16’ azulgrana, brillante tanto de extremo izquierdo como de segundo delantero. Desde la medular con vocación más ofensiva, la posición más subyacente de Arnaiz, también es capaz de brillar con luz propia. Todo un portento de color sobre el tapiz más exigente.

Vestido de goleador, José Arnaiz acumula en su bagaje cuatro goles en 669 minutos disputados con el Barça B tras llegar en la tercera jornada del campeonato doméstico. Sin embargo, el de Talavera acicala sus mejores galas también como asistente, resplandeciendo con soltura en el último encuentro frente ante todo un líder como CA Osasuna con un ‘doblete’ de asistencias en los dos goles del filial.

Con fe y convicción, a sus 22 años llega a la primera convocatoria con el primer equipo bajo el manto de la Copa del Rey. Este martes, frente al Real Murcia, sus opciones en el ‘once’ se incrementan en la Nueva Condomina. Su nombre, escrito con letras de gigante, apuntala sin fisuras a un futuro que promete. 

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