Hoy es uno de esos días en los que lo mejor es aferrarse a que todo irá mejor. El CD Leganés visitaba La Rosaleda en su 75 aniversario. Quizás no era el mejor día para jugar allí. Al parecer, la fortuna en la tarde de hoy quiso que toda la alegría de la afición malaguista tuviese una tarde redonda endosándole un cuatro a cero al Leganés. 

Un partido como el de hoy, no se sabe muy bien como calificar. Ha sido un partido en el que el ganador fue quien más suerte tuvo y quien aprovechó mejor sus oportunidades. El Málaga fue de menos a más y acabó comiéndose al Leganés que sufrió un cambio inversamente proporcional a los locales, cuanto más se crecía el conjunto andaluz, más pequeño se volvía el cuadro madrileño. 

Todo comenzó con un diluvio en los aledaños de La Rosaleda que curiosamente cesó al pitar el colegiado el inicio del choque. El equipo del sur de la capital comenzó con mucha personalidad jugando bien con la posesión, no dejando jugar al Málaga. 

Por su parte, los de Juande Ramos, estaban aún con las legañas en los ojos, con el pijama puesto y disfrutando de una relajada tarde de domingo. Esto fue así hasta que poco después de comenzar el encuentro, Kameni salvaba el primer gol pepinero por partida doble con un par de intervenciones magníficas. En primer lugar paró un tiro raso de un atacante del conjunto rival y después, el cuero llegaba a Víctor Díaz que remataba de primeras y ahí también apareció Kameni. 

Tras las buenas intervenciones del meta camerunés, el Málaga se desperezó, se vestió de corto, se quitó las legañas y salió a jugar de verdad. Poco a poco se adueñó del partido y el dominio del Leganés fue decreciendo paulatinamente. Empezó a dominar el partido el Málaga y se reflejó en el electrónico. 

El primer gol del cuadro de la costa del sol fue desde los once metros. Carl Medjani cometía penalti y Jony lo transformaba con algo de suerte. El penalti fue lanzado bien por el atacante pero estuvo a punto de pararlo Serantes, pero ahí es cuando la suerte le empezó a dar la espalda al Leganés. El segundo tanto franjiazul fue de Chory Castro que aguantó a la perfección en un mano a mano a Serantes hasta que el meta se venció hacia un lado, dejándole la portería a placer para anotar. 

El Leganés trató de reaccionar pero las cosas no salían. Entonces fue cuando el colegiado pitó el final de la primera parte. El Leganés comenzó muy bien el encuentro pero acabó perdiendo el control del encuentro y ya no tuvo remedio. 

Dio comienzo el segundo tiempo y con él la goleada malaguista. El Leganés salió con la intención de realizar un hito y remontar el partido. Pero no lo consiguió. 

El Málaga arremetía continuamente contra la portería de Serantes. En una de estas ofensivas, volvió a aliarse la suerte con la muchachada de Juande Ramos. Hubo una acción en la que después de múltiples rebotes el balón acababa en la cabeza de Sandro que remataba sin piedad. La bola se dirigía a la meta de Serantes y aunque el portero de Barakaldo consiguió volver a tocarla pero no detenerla, como en el primer gol. 

Tras el tercero, el Málaga se echó atrás, le dejó la posesión al Leganés y se centró en defender el resultado. El Leganés intentó lo imposible para marcar y acabó consiguiéndolo, aunque el colegiado lo anuló por fuera de juego. Por el contrario, no era fuera de juego, así que se equivocó. 

El partido ya llegaba a su fin y parecía que el tres a cero sería el resultado definitivo, pero de nuevo, la suerte malagueña apareció. Se formó una pelea entre Unai López y  Duda que acabó siendo falta para los locales. Jugada a balón parado en el minuto 92 que remataba Ignacio Camacho hacia atrás y anotaba un gol imposible para Serantes que por mucho que se estiró, no consiguió repeler el testarazo. 

Así, el Málaga consiguió festejar por todo lo alto el cumpleaños de su fortín y además frenó la buena racha que encadenaba el conjunto de Asier Garitano a domicilio. La verdad es que en líneas generales, el partido del conjunto pepinero no estuvo en la dinámica que los anteriores y se notó. La intensidad no era la misma, el dinamismo en el juego tampoco, ni siquiera tenían claras las ideas y lo acabaron pagando caro. Ahora toca pensar en el partido que afrontarán la próxima semana en el estadio de Butarque contra la Real Sociedad.  

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Sobre el autor
Marco Antonio  Osado
Joven redactor deportivo pero con muchas ganas de triunfar. ingeniería de telecomunicaciones. Trabajo y esfuerzo como armas. La constancia siempre es la clave del éxito.