La UD Llagostera marcó el inicio de un viaje inesperado, como reza el título de la trilogía de Peter Jackson.
Rubén Peña, con un solitario gol en Palamós, abrió el año con una victoria para un club que volaba imparable hasta la cima de la clasificación. Una victoria a domicilio, se antojaba por entonces, una empresa más que complicada.
El CD Mirandés fue el último escollo de la primera vuelta para los pepineros. Un 4-0 inapelable, con un Rubén Peña estelar, hicieron las delicias de los aficionados que veían a un Lega fuerte en Butarque, fortín inexpugnable hasta este momento.
La UD Almería en Butarque y el Córdoba CF en el Estadio Arcángel fueron las siguientes víctimas de un Lega que escalaba la montaña bien preparado, con herramientas de seguridad, para no caerse. Un golazo de Omar Ramos y una prodigiosa actuación de Jon Ander Serantes cerraron un mes de enero inapelable para los pepineros. La fantasía tomaba tintes de realidad, con paso firme se podía llegar a la meta. El Lega se lo comenzó a creer, fue el gran punto de inflexión.
Una escalada crucial
Y es que el mes de febrero coronó al CD Leganés como líder de Segunda División. No comenzó bien, ya que se frenó en seco la dinámica con una derrota en La Romareda. Aunque pronto, victorias ante Osasuna y Lugo en el Anxo Carro ofrecieron la oportunidad de presenciar un Leganés - Alavés con aroma a Primera División; sí, era cierto, se enfrentaban los dos conjuntos más en forma de la competición, los comandantes de la persecución de un bello objetivo.
Toda ascensión posee dificultades
Nadie dijo que el liderato fuese a ser un camino de rosas, y el CD Leganés lo presenció en sus propias carnes: tras una contundente victoria en Albacete por 0-3 todo parecía una carrera sin obstáculos hasta el final, pero lo cierto es que marzo y abril se convirtieron en meses aciagos para la carrera de fondo de los blanquiazules.
CD Tenerife, que consiguió derribar el fortín de Butarque, Girona, Elche y Real Mallorca se convirtieron en tropiezos, ya que el balance fue de dos puntos sobre 12 posibles. Un frenazo brusco a las aspiraciones del líder.
Real Valladolid, Alcorcón, Ponferradina y Bilbao Athletic, este último con una victoria épica en San Mamés por 1-2, cerraron un mes de abril con bastantes dificultades para un conjunto que seguía comandando la clasificación a pesar de las obvias dificultades.
Mal de alturas
Venían curvas en el mes de mayo y el CD Leganés no venció a un férreo Numancia en Butarque, pero pudo resistir heroicamente en Tarragona (0-0) ante un Nàstic al que distanciaba en cuatro puntos.
Las mismas jornadas quedaban para el final, la SD Huesca se convirtió en la primera final y los pepineros fallaron (2-3). En consecuencia, perdieron la locomotora de la competición. Los oscenses se llevaron a casa un triunfo tan inesperado como doloroso para la afición blanquiazul. Un hecho que ponía en serio peligro el trabajo de todo un año.
Un partido para valientes
El Real Oviedo - CD Leganés del 26 de mayo fue un encuentro para valientes, de esos que permitieron al Lega hacerse mayor. Un gol de Gabriel Pires y una prodigiosa parada de Serantes en un penalti, permitieron sumar tres puntos de oro para depender de sí mismos. La meta del éxito estaba más cerca y el peor rival del Lega era él mismo.
La victoria por 2-0 ante Llagostera y la propia del Nàstic en Lugo (0-3) proyectaron todos los focos hacia Anduva (Miranda de Ebro), para el 4 de junio de 2016, en una jornada final no apta para cardiacos.
Un sueño hecho realidad
Y el tiempo se paró. Tras un córner botado por David Timor, el gallego Pablo Insua cabeceó a la red los sueños de toda una ciudad, la culminación de un sueño que hizo vibrar a Leganés y a todos sus aficionados. Un hecho sin precedentes, la consecución de un hecho histórico: el ascenso a Primera División.
Fue el desenlace de una temporada 2015/2016 que ni los más optimistas pudieron prever, pero que el tesón y el coraje hicieron ser lo que el Lega es hoy en día: un equipo de Primera División.
Difícil fue para todos los seguidores del CD Leganés ponerle fin a una temporada que jamás olvidarán. Los afortunados podrán contar a sus nietos que ellos fueron los primeros en ver al equipo de sus amores jugar en Primera División, en el Bernabéu, en el Camp Nou, en la última temporada del Vicente Calderón… Pero para eso estuvieron diez meses luchando y no parando de animar. Porque creían, porque sabían que era posible.
Tras 88 años de historia, el Lega conseguía subir a Primera División. El 4 de junio de 2016 comenzaba una nueva etapa en la historia del club. El equipo ganó al Mirandés (0-1), y ya estaba entre los veinte mejores equipos de España. Había que ponerse a trabajar, pues había que tener una plantilla a la altura de la máxima categoría del fútbol español.
Entradas y salidas en el mercado estival
Comenzó el verano y Asier Garitano tenía diez jugadores a su disposición, lo que era una cantidad muy baja como para ponerse a planificar una temporada que debía ser recordada por toda la ciudad de Leganés. Lo primero que se hizo, fue ampliar el contrato de aquellos jugadores que habían estado como cedidos. Gabriel, el jugador con más calidad de la plantilla, se quedaba en el Lega. Pablo Insua, héroe ante el Mirandés, ampliaría su cesión por un año más. El tercero en discordia sería Bustinza, que firmaría por tres años con el conjunto blanquiazul.
Con esos 13 jugadores, la directiva y el cuerpo técnico seguían buscando en el mercado. Llegó Miguel Ángel Guerrero para poner los goles en Butarque. Se reforzó la portería, y Brignoli fue el elegido. También la línea defensiva: Adrián Marín, con tan solo 19 años, pasaba a formar parte del Lega de Primera División.
Más tarde llegarían los fichajes de Unai López, Diego Rico y Carl Medjani, algunos de ellos en calidad de cedido. Darwin Machís, Koné, Rober Ibáñez, Omar Ramos y Luciano Neves cerraban una plantilla muy jugosa para competir en la máxima categoría.
Pretemporada bajo mínimos
Muchos de los últimos fichajes llegaron al final del mercado, por lo que Asier Garitano tuvo que jugar durante el verano varios partidos de preparación con jugadores del filial. Disputó un total de ocho partidos, entre el 23 de julio y el 13 de agosto. El balance no era nada malo, con cuatro victorias, dos empates y dos derrotas. Algo que dejó muy buenas sensaciones. El último partido de pretemporada fue ante el Villarreal, y se consiguió ganar por 3-2 en Butarque.
El 21 de agosto arrancaba el sueño para el Leganés. El recién ascendido y debutante visitaba Balaídos para medirse al Celta de Vigo, uno de los mejores equipos la campaña pasada. No estarían solos, ya que cientos de aficionados viajaron hasta tierras gallegas para apoyar a los suyos. El cuento no podía empezar de mejor forma, y Víctor Díaz daría la victoria a los visitantes con un gol en la recta final del partido.
La felicidad en Butarque era absoluta, pero no se había hecho nada, había que seguir trabajando. El 28 de agosto llegaba el Atlético de Madrid al feudo pepinero, y se sacó un empate que todo el mundo hubiese firmado antes de empezar, pues se trataba de uno de los finalistas de la Champions League.
Mientras tanto, los teléfonos echaban humo, pues las últimas incorporaciones se iban cerrando a contrarreloj. Sin duda uno de los veranos más estresantes que han vivido las oficinas de Butarque. También fueron los dos meses más largos de una afición que llevaba 88 años esperando el momento de ver a su equipo jugar en Primera División. Pero la espera mereció la pena. Ahora todos sueñan con que nadie les despierte.
El Tourmalet de septiembre
Tras comenzar la andadura en Primera División con dos buenos resultados ante el Celta de Vigo (0-1) y el Atlético de Madrid (0-0), arrancaba el noveno mes del año y con él, la exigencia que la máxima categoría del fútbol español requiere, empezó a hacerse más notable para un debutante Leganés.
Los hombres de Asier Garitano debían visitar El Molinón de un Sporting que, a priori, podría ser un rival a batir en la lucha por la permanencia. No obstante, el choque no empezó de forma favorable a los intereses de los madrileños, puesto que Cases y Cop fueron los encargados de marcar a un flojo ‘Lega’. Sin embargo, cuando dio comienzo los últimos 45 minutos, el ‘Lega’ tuvo otro color y Diego Rico obró el 2-1 que hizo que los visitantes se vinieran arriba, pero, finalmente, la lucha fue en vano y los tres puntos se quedaron en Gijón.
Seis días después, el escenario elegido para disputar el campeonato liguero era Butarque y el rival era el FC Barcelona, ni más ni menos. Para recibir a tan ilustres estrellas, Asier Garitano planteó un equipo que más bien parecía un muro de contención y, con un gran planteamiento táctico, plantó cara a los hombres de Luis Enrique. A pesar de ello, el marcador acabó por señalar un 1-5 a favor de los blaugranas, pero el estadio blanquiazul supo reconocer el esfuerzo de los suyos.
Por fin septiembre daría una alegría a la entidad del sur de Madrid. Galicia sería, como en el debut, el lugar donde el Leganés obtendría su segunda victoria en liga. Así, el combinado pepinero se convirtió en el verdugo del Deportivo de la Coruña al que venció con una remontada que propiciaron los goles de Luciano y Gabriel.
El Valencia fue el siguiente equipo en visitar Butarque y la victoria tampoco se quedó en casa. Los valencianistas comandados por Voro se impusieron al equipo local por 1-2, aunque bien pudieron haber firmado el empate.
Pequeñas dosis de alegría
La siguiente visita del Leganés también sería con un rival directo. El Granada, en una pésima situación en el campeonato liguero, era el encargado de recibir a los pupilos de Asier Garitano y éstos, supieron aprovechar la mala racha de los andaluces para llevarse los tres puntos en la mochila.
Sin embargo, no pudieron enlazar otro buen resultado en liga, a pesar de ello, se quedaron muy cerca. El Leganés cerca estuvo de conseguir un valioso punto ante el Sevilla de Sampaoli. No obstante, finalmente la fortuna quiso que el marcador de Butarque señalase un 2-3 y certificase una victoria de los de Nervión fuera de casa que llevaban buscando desde hace mucho tiempo.
En las siguientes jornadas, ante Málaga y Real Sociedad, la imagen que dio el CD Leganés no fue, ni mucho menos, la esperada y los resultados, quizás, hicieron justicia a lo visto en el verde. En La Rosaleda, los madrileños cayeron por 4-0, mientras que en Butarque, la Real Sociedad se impuso por 0-2.
Por si fuera poco, el siguiente rival era el Real Madrid de Zidane. El Estadio Santiago Bernabéu recibía, por primera vez la visita de un humilde Leganés y, para fortuna de los de Garitano, su juego mejoró con respecto a las anteriores semanas, pero, por desgracia, no pudieron sacar nada más positivo de su visita al coliseo merengue.
Si hay algo que esperaba con ahínco la afición pepinera era ver ganar a los suyos por primera vez durante la presente campaña en el Estadio Municipal Butarque. Los blanquiazules por fin cumplieron los deseos de sus seguidores el 21 de noviembre y la víctima fue el CA Osasuna. Los navarros estrenaban entrenador, pero no pudieron con la tropa local y el electrónico señaló un 2-0 a favor de los hombres de Garitano.
Lesiones, lesiones y más lesiones
La alegría por conseguir la primera victoria en Butarque en Primera División se vio contrarrestada cuando se conoció la gravedad de la dolencia que tenía Rober Ibáñez, que se marchó lesionado en el partido ante el Osasuna, en el cual fue el goleador de la noche. No obstante, todavía quedaban más desgracias para la parroquia pepinera que vio cómo, en la visita a Cornellá, su equipo no solo cayó derrotado (3-0), sino que Jon Ander Serantes, héroe del ascenso, se marchaba en un mar de lágrimas para, finalmente, correr la misma ‘suerte’ que Rober y perderse toda la temporada.
Con un Leganés abatido por las lesiones, llegó la Copa y de nuevo el Valencia volvió a visitar el municipio del sur de Madrid. Los hombres liderados por Prandelli se llevaron una contundente victoria que les aseguraba prácticamente el pase a la siguiente ronda (1-3).
Con la terrible noticia de la lesión de Serantes y con un Brignoli que no acababa de cuajar en el combinado pepinero, llegó Iago Herrerín, que parece haberse hecho dueño y señor de la portería blanquiazul. El guardameta vasco debutó ante el Villarreal y consiguió que los jugadores amarillos no le batieran, merced de grandes intervenciones.
Para terminar el año liguero, el Leganés visitó Las Palmas y recibió al Eibar, y Asier Garitano supo sobreponerse a las innumerables bajas con las que contaba, lo que llevó a su equipo a lograr dos valiosos empates a uno.
Para cerrar este mágico 2016, el Leganés acabó siendo eliminado de la Copa del Rey como ya se había presagiado en el partido de ida. No obstante, pudo demostrar que los pepineros han llegado a Primera para quedarse.
*Anuario elaborado por: José Antonio Horcajada, Víctor Martín Fernández y Gema Gil del Pozo. Maquetación: Rocío Sánchez.
