El Club Deportivo Leganés nació en el año 1928, en la ciudad sureña de la Comunidad de Madrid que da nombre al equipo. Con unos inicios humildes y constituyéndose, poco a poco, como una entidad, el conjunto pepinero no ha hecho más que crecer desde que sus primeros futbolistas jugaban en campos de tierra, hasta el día de hoy, pudiendo presumir de tener un estadio con capacidad para once mil espectadores.

Con Garitano al mando, el Leganés ha logrado dos ascensos en apenas tres temporadas

Fue en la década de los 90 cuando el Leganés empezó a coger importancia en el panorama futbolístico nacional, gracias al ascenso a Segunda División logrado en la temporada 1992/1993, que supuso el primer gran éxito deportivo de la entidad. Permanecieron en la categoría de plata durante once años de manera consecutiva, teniendo el firme objetivo de llegar a ser, algún día, equipo de Primera División. Sin embargo, los sueños y objetivos blanquiazules se vieron truncados en la temporada 2003/2004, cuando no pudieron hacer nada para evitar el descenso a Segunda B, atravesando una etapa difícil para plantilla, dirigentes y afición que se extendió durante una larga década.

El rumbo de la entidad pepinera cambió por completo con la llegada de Asier Garitano al banquillo. El técnico vasco logró, in extremis, meter al equipo en la promoción de ascenso a Segunda, logrando volver a la categoría de plata diez años después.

En la temporada 2015/2016 el Leganés ascendió a Primera División

El ascenso a Segunda División se produjo en la temporada 2013/2014, y ya en su primer año en la nueva categoría, Asier logró asentar al equipo con una buena décima posición, borrando los fantasmas de otro posible descenso y convenciendo al equipo de que lo mejor estaba por llegar. La temporada 2015/2016 fue, sin duda alguna, la más importante de la historia pepinera y la materialización de que, en Leganés, nada es imposible. Quedaron subcampeones de la categoría de plata por detrás del Deportivo Alavés, lo que les bastó para convertirse, por primera vez, en equipo de Primera División.

Toda la ciudad se echó a las calles para festejar el éxito de unos héroes que quedarán para la posteridad en la historia del club pepinero. Nombres como Martín Mantovani, Alberto Martín, Víctor Díaz, Gabriel, Szymanowski y, por supuesto, el artífice del gol del ascenso en Miranda del Ebro, Pablo Ínsua, serán recordados durante décadas.

Palmarés como sinónimo de evolución

Así pues, el Club Deportivo Leganés puede presumir de tener grandes logros a nivel nacional en sus vitrinas como son: el título de campeón del Grupo VII de Tercera División, logrado en la temporada 1985/1986; el campeonato de Segunda B que le valió el ascenso a la categoría de plata en la 1992/1993; y, por último y más importante, el subcampeonato de Segunda que le hizo ascender a la máxima categoría en la temporada 2015/2016.

No podía quedar exento de algún tipo de merecimiento el gran artífice del vertiginoso crecimiento del Leganés en las últimas tres temporadas: Asier Garitano. El técnico vasco fue galardonado con el Premio Miguel Muñoz al mejor entrenador de la temporada en 2016, lo que es un gran motivo de orgullo para la entidad pepinera.

Es innegable que los méritos deportivos del conjunto blanquiazul reflejan a la perfección el ascenso y la evolución paulatina del equipo a lo largo de los años, pasando de militar en Tercera División a lograr enlazar, por el momento, dos temporadas consecutivas en Primera.

En cuanto a los torneos amistosos, el Leganés puede presumir de una larga lista de ellos con hasta 19 trofeos Villa de Leganés, el último logrado hace unos días ante el Alavés, un Trofeo Puchero y un Trofeo Vallecas, logrado en el último encuentro disputado frente al Rayo Vallecano.

La permanencia y su afición, los mejores 'títulos' para el Leganés

El Leganés no es un club poderoso como muchos de los equipos con los que comparte categoría (FC Barcelona, Atlético de Madrid, Real Madrid…), tampoco es un club que pueda presumir de grandes títulos, ni, por supuesto, de recursos económicos o poder adquisitivo. Sin embargo, el Lega sí que tiene motivos para presumir, entre los que se encuentra, por supuesto, su incansable y orgullosa afición.

Como buen equipo humilde y trabajador, el Leganés se debe a los cientos de aficionados que acuden al campo cada jornada, que apoyan cuando el equipo más lo necesita e, incluso, que viajan donde haga falta para alentar a los suyos. La realidad es que la afición pepinera ha estado a la altura de la categoría, siendo el campo que más veces se ha llenado durante la temporada y con mayor afluencia de público. Y es que a veces, es mucho más importante tener a miles de personas detrás, apoyándote a cada paso que das, que lograr un título por temporada.

La afición ha sido clave en la consecución de los mayores éxitos de la historia del club y lo ha vuelto a ser para lograr la trabajada permanencia. La salvación es el único objetivo del Leganés en el presente, y seguir siendo equipo de Primera División, durante el mayor período de tiempo posible, es el mejor trofeo posible para un equipo que está decidido a asentarse en la categoría con la que tanto ha soñado y a la que se aferra con uñas y dientes.