En el ambiente de optimismo que rodea al Levante con el fulgurante retorno a la élite, es importante disfrutar de la ilusión del momento. Sin embargo, es necesario también seguir siempre echando una mirada al pasado. Los errores de la historia son los que deben marcar el camino a seguir en el presente, para labrar un gran futuro. Y especial atención se debería prestar al verano de 2015, porque en el Levante se vivió una tensa y especial situación, que dividió a la afición en dos causas. Para muchos, la decisión tomada en su momento fue errónea, y más tras el desenlace de dicho curso. Sin embargo, en los días anteriores a la temporada 2017-18, ¿sigue realmente pudíendose hablar de un error?

Robert Sarver hizo una oferta de compra por el Levante que fue rechazada

Indudablemente, el tema en cuestión es la oferta de adquisición que recibió el Levante UD por parte de Robert Sarver. Es un magnate estadounidense, propietario de los Phoenix Suns, de la NBA, y que acompañado del legendario Steve Nash, entre otros, quiso meterse de pleno en el mundo del fútbol, y fue el Levante, entonces entrenado por Alcaraz y con Manolo Salvador como director deportivo, el elegido. Semanas y meses tomó el culebrón, hasta que el equipo acabó por denegar el avance de la operación. Lo ilusionante que suponía soñar con una inversión millonaria que devolviera al Levante a Europa, provocó entre un sector importante de la afición granota un enorme rechazo a esta decisión. "Ahí tienes el no", se escuchaba en las gradas del Ciutat el día de la presentación, en la que el Villarreal vapuleó en el feudo granota a los de Orriols.

Steve Nash, mano derecha de Sarver y uno de los mejores jugadores de la historia de los Suns | Fuente: Phoenix Suns
Steve Nash, mano derecha de Sarver y uno de los mejores jugadores de la historia de los Suns | Fuente: Phoenix Suns

Y se prolongaría la decepción a lo largo de todo el año, con un equipo que ni parecía querer, ni parecía poder. El Levante estaba muy lejos de funcionar, las derrotas llegaban, y Alcaraz veía como su equipo seguía sin cuajar, hasta que una goleada de la Real Sociedad en el Ciutat puso punto y final a su etapa como míster levantinista. Llegaba Rubi para suplirlo, y también fue incapaz de solventar los problemas que una plantilla separada, descompensada e incapaz presentaba.

Se intentó arreglar la situación con un mercado de traspasos invernal potente, con la llegada de parches como Rossi, Cuero, Verdú o Medjani. Los dos ex de la Fiorentina y el argelino, tres de los que más lo intentaron, pero aquel año no reservaba alegrías. El mal rendimiento de Ghilas, los inexplicables fallos de Deyverson, la lesión de Víctor Casadesús. Los errores de Mariño y Feddal, la mala suerte y los palos, que persiguieron al Levante. Todo ello, sumado a una mala actitud general, acabó por sentenciar a los granotas a su fatal e inevitable destino, la Segunda División.

Aquí, era inevitable no acordarse de Sarver. Y encima, el norteamericano era ahora propietario del Mallorca, uno de los rivales del Levante en la categoría. Los granotas pusieron la directa, y desde la llegada de Tito a la dirección, trabajaron con un claro objetivo en mente: "ascender". Mientras tanto, en Mallorca, la dirección no aportaba ilusión, soluciones ni respuestas. Muñiz, Natxo Insa, Postigo, Rober Pier, Chema, Campaña o Raúl Fernández son claros ejemplos de aquello en lo que el Levante se convirtió. Morales y Pedro López seguían siendo los expontentes de los valores del club. Un equipo integrado por muchísimos valencianos que componían un bloque importante dentro del equipo.

Mientras el Levante ahora dominaba la categoría, el Mallorca de Sarver acabó en descenso

Desde la primera hasta la última jornada el Levante fue siempre el claro dominador de la categoría. El gran trabajo realizado durante la pretemporada se empezó a reflejar pronto en un equipo que nada más arrancar, se despegó del resto de los competidores. Hubo durante mucho tiempo más distancia del Levante al playoff, que del playoff al descenso. Y de hecho, al final de la temporada, había más puntos entre el club granota y el tercer clasificado, es decir, el Getafe; que entre el Huesca, sexto, y el UCAM, que abría la zona de descenso, en decimonovena posición. Y ahora, viene lo realmente impactante, y es que dentro de esas posiciones de descenso, estaba el Mallorca de Sarver.

Piña de varios jugadores del Levante en la celebración del gol del ascenso | Fuente: Levante UD
Piña de varios jugadores del Levante en la celebración del gol del ascenso | Fuente: Levante UD

Es imposible encontrar críticas a un equipo que se ha reconstruido de tal modo. Y encima, en el presente mercado de fichajes, las incorporaciones comparten todas las mismas características. Han sido labradas con paciencia, son ilusionantes, tienen sentido, y lo más importante, todas mejoran al equipo. La situación económica del club está mejor que nunca. Se puede decir abiertamente, el Levante está en auge, creciendo.

Es muy probable que en los próximos años el equipo granota viva la mejor etapa de su historia. Como mínimo, es ésta ya la más ilusionante. Tal vez, el devenir del equipo levantinista hubiera sido mejor de la mano de Sarver. Sin embargo, viendo el mimo, el cariño y la pasión con la que trabajan Tito y Del Pozo, el rumbo del equipo, y la situación del Mallorca... Hay que preguntárselo de nuevo, ¿realmente puede hablarse de un error?