Último duelo, última batalla, el todo o la nada. No hay otra manera de afrontar este partido para estos dos equipos. Osasuna tendrá que defender con uñas y dientes la renta mínima que logró en El Sadar, y el Girona está obligado a ganar para subir a Primera División. Con estos alicientes, el sábado se vivirá una tarde épica de fútbol, de esas que crean afición. Eso sí, el final será feliz para unos y amargo para otros.

Una final muy igualada

En el partido de ida quedó patente la intensidad con la que ambos equipos saltaron al terreno de juego. Un fútbol casi inglés el que se vivió el pasado miércoles en la capital navarra, con juego directo y mucho contacto físico. Los rojillos se llevaron el gato al agua, pero tan sólo por un gol de diferencia. Un 2-1 que deja la eliminatoria completamente abierta. Ya lo demostró el Girona en semifinales cuando, tras perder en Córdoba por idéntico resultado, fue capaz de darle la vuelta al luminoso en su estadio.

Osasuna dejó patente en Tarragona que no teme a nada en estos ‘playoffs. El juego que está desplegando el conjunto de Enrique Martín Monreal es atrevido, descarado y sin complejos, pero los nervios pueden hacer mella en los jugadores. La presencia del ascenso a las puertas puede generar una inquietud que el técnico tiene que saber gestionar.

Duelo de aficiones en la grada

Montilivi será una caldera, no quedan entradas disponibles a la venta. Los albirrojos contarán con el apoyo de una afición que abarrotará su estadio e intentará llevar a su equipo en volandas, por primera vez en su historia, a Primera División. Esta será la segunda final de promoción que juegan los catalanes. En la anterior (temporada 2012/2013) no fue capaz de ganar ninguno de los dos partidos al Almería, y en esta ocasión no querrán que se repita la historia.

Sin embargo, el equipo pamplonés no estará sólo. Tal y como pasara en el Nou Estadi de Tarragona, cerca de 500 aficionados rojillos animarán a los suyos desde el sector visitante de Montilivi. Nuevamente cientos de personas hicieron noche frente a las taquillas de El Sadar, nada más concluir el partido de ida, para adquirir una localidad y viajar a Girona con el equipo. El club tuvo que adelantar la hora de inicio de las ventas para poder atender semejante demanda.

También miles de personas se dejarán la garganta animando desde Pamplona, ya que de nuevo habrá varias pantallas gigantes distribuidas por diferentes puntos de la ciudad para poder seguir el duelo. La sala Zentral, el Pabellón Anaitasuna o los cines Golem La Morea, entre otros, ofrecen a la afición la posibilidad de disfrutar del partido y de buen ambiente. Para calentar el mismo, el club ha diseñado un vídeo promocional dedicado a toda su afición, para que esta se deje la piel alentando a los suyos.

Consiga el ascenso o no, a Osasuna le espera una jornada cargada de actos institucionales el domingo. El Ayuntamiento de Pamplona ha preparado una recepción oficial al equipo, tanto en el propio consistorio como en el Palacio de Navarra, abierta a todo el mundo. Será por la tarde, pero desde la mañana habrá música de charangas por las calles del Casco Viejo de la capital navarra.

Dudas en ataque

Enrique Martín ha destacado en rueda de prensa el ambiente de ilusión y alegría que se vive en el vestuario rojillo. Ha señalado, también, que es una bendición haber llegado hasta donde está el equipo en este momento, por lo que no hay lugar a la decepción en caso de no lograr el ascenso.

Osasuna viaja con sus 23 jugadores y la única duda del estado físico de Kenan Kodro, que no pudo completar el encuentro del miércoles. El resto del equipo titular será el mismo que durante todo el ‘playoff

Por su parte, Pablo Machín ha asegurado que su equipo luchará a muerte por conseguir el ascenso, y está convencido de que lo pueden hacer. Su mayor duda en la alineación titular es en la delantera, en quién acompañará a Herrera: Mata, Sobrino o Lekic.

Posibles alineaciones