La Llanera acogió un partido típico de pretemporada. Enfrente dos equipos, que se van acercando a los del inicio liguero y que empiezan a disponer onces iniciales tipo. La SD Ponferradina se llevó la victoria, pero La Bañeza dejó excelentes sensaciones. En esta época, lo que menos importa es el resultado y sí el ir cogiendo ritmo y minutos de competición.

Posesión sin llegada

Manolo Herrero puso en liza desde el comienzo un equipo que bien podría ser el que disponga en la primera jornada. Dinu Moldovan ocupó con seguridad el marco berciano, con una sólida línea defensiva formada por Nacho López, Gonzalo, Xisco Campos y Abel Moreno. En el centro del campo formó un trivote con Jonathan Ruíz y Andy más retrasados y en la mediapunta Chavero. En las bandas jugaron David Caiado y Menudo, con Héctor Figueroa como referencia ofensiva.

El equipo berciano dispuso de la posesión del balón y dominó la primera parte casi por completo. El esférico se movía con criterio en la zona defensiva, pero en cuanto llegaba al centro del campo las cosas se complicaban. La buena presión realizada por La Bañeza impidió que los blanquiazules generaran peligro sobre el marco defendido por Sánchez.

En estos cuarenta y cinco primeros dejaron gratas sensaciones los once jugadores, que ya muestran claros signos de estar perfectamente preparados para afrontar el inicio liguero. A pesar de ello, La Bañeza dispuso de la mejor ocasión para adelantarse antes del descanso en un libre indirecto que tocó hacia atrás un jugador de la SD Ponferradina y que se marchó por poco.

Gol y carrusel de cambios

El paso por vestuarios apenas movió el banquillo. Manolo Herrero apenas varió la defensa con la entrada de Adán, Núñez y Raúl Fuster por Nacho López, Xisco Campos y Abel Moreno; además de colocar a Pastrana en el extremo por Caiado. Estas permutas permitieron que el cuadro berciano consiguiera el único gol del partido en un mal remate de cabeza de Héctor Figueroa que remachó a la red Menudo.

A partir de aquí, poco fútbol. Luis Carnicero movió el banquillo y dio entrada a sus jugadores a prueba. Esta circunstancia se notó y mucho. La Ponferradina dominó el encuentro entonces con mayor claridad mientras se mantuvieron en el terreno de juego los teóricos titulares. En estos minutos el que empezó a sobresalir fue el juvenil bañezano Davicín, que dejó grandes detalles de calidad.

Pablo, en la meta; Aya, en la zaga; Javi García, Sylla, Mon y Álvaro, en el centro del campo; y Raly, en la punta de ataque, fueron los últimos cambios realizados por el técnico de los blanquiazules. Sylla volvió a dejar buenas sensaciones al igual que Aya y Raly. El marcador no sufrió cambios a pesar de los intentos bercianos por aumentar la distancia. Lo que sí llegaron fueron dos problemas físicos de Pablo, jugador morado; y Núñez, que tuvo que retirarse antes de tiempo con claros signos de dolor.

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