La fría noche madrileña acogía un choque entre dos rivales de altura que tienen como objetivo el ascenso. Fue un partido bonito en los primeros compases pero nada hacía presagiar que se convertiría en un partido bronco con explusiones y jugadas polémicas.

Novedades en el once de Míchel respecto al Nástic

Míchel se veía obligado a efectuar cambios respecto al once inicial que puso en liza frente al Nástic. La sanción de Raúl de Tomás provocaba que el Rayo saliera sin un "9" puro y el que ocupaba el puesto de delantero era Trejo. El otro cambio era Santi por Aguirre, el Rayo salía con todo al ataque pese a no tener a uno de sus mejores hombres.

En los primeros minutos del encuentro dejaban jugadas de calidad de ambos equipos, si bien el Rayo era el que intentaba hacerse con el control del encuentro.

Embarba otra vez de lo mejor

Y es que el extremo está demostrando su calidad partido tras partido y apareciendo cuando su equipo más lo necesita. Otra vez el madrileño daba la asistencia - y ya van nueve- para que Chori adelantase al Rayo en el marcador.

La jugada, de libro. Adri perdía el balón tras una jugada personal, pero tras rehacerse, peleó y recuperó ese balón y tras un jugadón por banda, ponía el balón con un centro espectacular en la cabeza del 9 franjirrojo para que este la metiera dentro.

A escena las carencias defensivas

Tras el gol rayista, llegaron los minutos de mónologo local. Los madrileños se hacían con la posesión y dominaban el centro del campo. El Oviedo se veía en la obligación de reaccionar y así en el minuto 40 Christian aprovechaba un córner de los suyos para poner las tablas en el marcador. La jugada ponía en evidencia la defensa rayista, pues el Oviedo llegaba a rematar hasta tres veces sin que ningún defensor despejase el peligro y Alberto que estuvo muy lento no acertó a evitar que el baló entrase. Empate y a vestuarios con todo por decidir.

Y para desconcierto del rayo, la segunda parte comenzaba como el final de la primera y es que en el minuto 50 el segundo gol los asturianos llegaba en otro saque de esquina,  esta vez Berjón la ponía para que su compañero Carlos de cabeza, pusiera el segundo.

El rayo resurgió con uno menos

Con el desconcierto local y el murmullo del graderío, Míchel movía banquillo y retiraba a Aguirre, que no había tenido su mejor partido para sacar a Manucho para que el angoleño intentase imponer su poderío físico en el área carbayon.

El partido entró en una fase en la que todo podía pasar, desde que los ovetenses se pusieran 1-3 hasta que los rayistas consiguiesen el 2-2. Pero eran los de Míchel los que buscaban el empate con más ahínco llegando a meter a todo el Oviedo a defender en su campo en más de una ocasión. 

Y cuando nadie lo esperaba el Rayo se quedaba con uno menos. Velázquez disputaba un balón dividido con Linares, el delantero agarraba a Velázquez y este soltaba un codazo que le hacía ver la roja directa y lo mandaba a vestuarios cuando aún quedaban 20 minutos para llegar al final del encuentro.

Se ponía muy cuesta arriba el encuentro para los locales, pero como hemos visto en más de un encuentro esta temporada, el Rayo renace en los momentos más inesperados y esta vez no iba a ser menos. Parecía que la defensa de cinco jugadores del Oviedo era infranqueable, pero entonces llegó la jugada que cambiaría todo: Manucho ganaba un balón por alto y se quedaba solo ante Herrero pero antes de lograr rematar era derribado fuera del área.

Jugada por la que el colegiado señaló penalti. Foto: La liga
Jugada por la que el colegiado señaló penalti. Foto: La liga

Embarba que fue el encargado de poner la falta, sacó petróleo de la jugada, pues Christian cortaba la trayectoria del balón con la mano, pese a las protestas de los asturianos que reclamaban que el esférico había dado en la cara de su jugador el colegiado señalaba penalti.

Todos los ojos estaban puestos en Trejo y este no fallaba, ponía el 2-2 en el marcador en el minuto 82 para salvar un punto que no vale a ninguno de los dos equipos. Ambos equipos lo intentaron hasta el final pero el marcador no se volvió a mover.

Los de Míchel vieron como dos puntos importantes volaban de Vallecas por errores defensivos.