La fiebre ha terminado subiendo, y al Real Madrid se le han atragantando los tres últimos rivales a los que se ha enfrentado, todos ellos vistiendo la camiseta amarilla. Primero fue el Villarreal el que le arrancó un empate a los blancos, después Las Palmas y ahora por último el Borussia Dortmund ha logrado también sumar un punto ante el conjunto blanco. Tres partidos consecutivos sin ganar, tres choques seguidos firmando tablas.

La última vez en la que el Madrid empató tres partidos seguidos fue hace 10 años, en 2006, ante Barcelona, Real Sociedad y Getafe

Hacía más de una década que en el Madrid no se firmaba una racha similar. Concretamente, fue en la temporada 2005/06 en el tramo final de la competición cuando los madridistas encadenaron tres empates de manera consecutiva. En el mes de abril, inmersos en la recta final del campeonato liguero, los hombres de Juan Ramón López Caro, que había cogido al equipo unos meses antes en el lugar de Vanderlei Luxemburgo, sumaron tres empates consecutivos.

Primero ante el Barcelona en el Camp Nou (1-1), posteriormente en la visita de la Real Sociedad al Santiago Bernabéu (1-1) y para cerrar el encuentro disputado en el Coliseum de Getafe ante el cuadro azulón, cerrado con el mismo marcador de 1-1. En esta temporada, los madridistas han igualado ante Las Palmas y Borussia 2-2 tras ponerse en dos ocasiones por delante, y repitiendo el marcador de 2006 ante el Villarreal, empatando a uno.

Mala racha cortada con una victoria en casa

Paralelismos también se establecen de la forma de sufrir los empates. En el primero de la ronda, Barcelona en 2006 y Villarreal en 2016, los blancos comenzaron por detrás del marcador para remontar hasta la igualada. Pero frente a Real Sociedad y Getafe entonces, y Las Palmas y Borussia ahora, fueron ellos quiénes sufrieron sendas remontadas de los rivales para ver cómo los puntos se escapaban en los últimos instantes de su casillero.

Como entonces, el siguiente partido de los blancos fue como local ante un equipo de mitad de tabla. En 2006 fue ante el Málaga, al que derrotó por un ajustado 2-1. En aquel partido, los andaluces se adelantaron en el primer tiempo, y fue en el 90, después de que Zidane convirtiera un penalti en el 67, cuando Ramos le dio un agónico triunfo. En esta ocasión el oponente será el Eibar, y la victoria se antoja necesaria para normalizar un ambiente enrarecido después de cosechar 16 triunfos seguidos. Retornar a la senda del éxito sería la mejor medicina para apaciguar los síntomas de esta fiebre amarilla.