El Real Madrid saltaba al césped del Molinón con un once totalmente renovado. Zinedine Zidane apostó por las segundas líneas en un partido dónde conseguir los tres puntos era una obligación, y una vez más no le salió mal la jugada, pero de milagro. Tras la victoria ante el Bayern en Champions el conjunto blanco tenía que hacer los deberes en la competición doméstica, y eso fue exactamente lo que hizo.
Isco, novedad con respecto al último partido en el Allianz, fue el héroe del Real Madrid. Firmando un doblete, y dando el gol de la victoria en el noventa a los suyos, mandó un claro mensaje a Zinedine Zidane: quiere ser titular.
El Madrid reaccionó rápido al gol de Cop
A los diez minutos de encuentro los locales ya contaban con un gol a su favor. Los primeros compases tuvieron un claro protagonista, y ese fue el Sporting de Rubi. El tanto de Cop dejó totalmente noqueado a un Madrid que veía como el partido, y los tres puntos, se le empezaban a poner muy cuesta arriba. Pero pronto reaccionó el conjunto blanco gracias a una magnífica jugada individual de Isco, que fue sin lugar a dudas el mejor del encuentro. El astro malagueño puso el empate en el marcador gracias a un zurdazo que sólo está al alcance de los mejores futbolistas del mundo.
El guión se repite en la segunda mitad
El conjunto dirigido por Zinedine Zidane no estuvo cómodo en el césped. Muy pocas ocasiones contabilizaron por parte de los merengues en la primera mitad. El Sporting defendió prácticamente a la perfección las contras del Madrid, y generó peligro cuando tuvo la oportunidad. En la segunda parte, cuando apenas transcurrían cinco minutos en el marcador, Mikel Vesga marcaba el dos a uno mediante un gran cabezazo. Un jarro de agua fría caía sobre los pupilos de Zidane, que empezaban a ver como se les iba el partido.
No obstante, al igual que en los primeros cuarenta y cinco minutos, el guión se iba a repetir. Esta vez Morata consiguió rematar un gran centro de Danilo por la derecha, a media hora del final, dando esperanzas a los suyos para remontar el partido. Con el tanto del ariete español, el Sporting se replegó atrás esperando una jugada a la contra que le volviera a poner por delante. Todas las ocasiones de peligro pasaban por las piernas de los jugadores del Real Madrid, pero no terminaban de encontrar la portería del 'Pichu Cuéllar'.
Isco se puso la capa de héroe
Con el partido atascado, fue el único que se echó el equipo a las espaldas. En todos los partidos en los que ha tenido la oportunidad de jugar, ha demostrado que está capacitado para ser titular. Menos de cinco minutos restaban en el electrónico cuando llegó el dos a tres de Isco. Un potente disparo, colocado al poste, supuso la victoria de un Real Madrid que no deslumbró en el Molinón. Las rotaciones, en un choque como este, pudieron costarle muy caras al técnico francés. La calidad individual de Isco le permitió al conjunto blanco salir con vida del Molinón, y seguir aspirando a alzarse campeón de Liga.
En la siguiente jornada tendrá que hacer frente al Barcelona. Llega el clásico al Bernabéu, dónde esta vez sí, Zidane tendrá que contar con todos sus efectivos para terminar de dar un golpe contundente sobre la mesa en Liga. Conseguir una victoria el próximo domingo supondría dejar muy encaminada la Liga, y una gran inyección de moral al equipo para lo que resta de competición.