El Santiago Bernabéu abría sus puertas para presenciar una noche mágica de fútbol. El Barcelona de Luis Enrique, que días antes cayó eliminado de la Champions, se jugaba la Liga en la casa del eterno rival. Una victoria del conjunto blanco supondría un auténtico mazazo en la mesa para las aspiraciones al título liguero, mientras que un asalto azulgrana reactivaría de nuevo la competición doméstica.
Zinedine Zidane apostó por el once de gala. Ya advirtió en la rueda de prensa previa que Gareth Bale estaba listo para jugar, y así fue. La 'BBC' es intocable para el técnico galo en los grandes partidos, por lo que Isco, que contaba con muchas papeletas para saltar al césped en el clásico, finalmente se quedó en el banquillo. El Barça no pudo contar con Neymar debido a la sanción impuesta por El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, y su lugar en la punta de ataque lo ocupó Paco Alcácer.
El Real Madrid empezó mejor
El conjunto dirigido por Zinedine Zidane salió enchufado. Todo el Barcelona esperaba replegado atrás dejando a los blancos que tomaran las riendas. En el primer minuto de encuentro el colegiado pudo señalar penalti tras una caída dentro del área de Cristiano Ronaldo. Los primeros compases tuvieron un claro dominador, y ese fue el Real Madrid. Por la banda derecha de Carvajal pasaban todas las jugadas de peligro, ocupando Marcelo una tarea más defensiva. Cristiano se mostró muy activo combinándose de una manera muy fluida con el resto de sus compañeros. La primera clara del partido la tuvo el Barcelona, en una jugada aislada, con un disparo que se marchó desviado de Luis Suárez. El Madrid estaba siendo muy superior, evidenciando que se mostraba muy cómodo sobre el césped del Bernabéu.
Poco tardaría Cristiano Ronaldo en poner contra las cuerdas a Ter Stegen. En el minuto veinte, en una jugada velocísima, el guardameta alemán sacó una mano providencial. Con el paso de los minutos el Real Madrid seguía teniendo más ocasiones, y el Barça se encerraba atrás. Kroos y Modric presionaron la salida del balón blaugrana para evitar que se sintieran cómodos. La superioridad hizo efecto, y cuando el marcador señalaba media hora de partido, Casemiro marcó el primer tanto tras recoger el rechace del golpeo de Sergio Ramos.
Messi reactivó al Barcelona
El astro argentino puso el empate en el electrónico, tres minutos después del gol de Casemiro, tras marcharse de toda la zaga merengue. El empate significó un jarro de agua fría para un Real Madrid que se estaba viendo mejor sobre el césped, y que había perdonado varias claras. Además, Gareth Bale tuvo que ser sustituido por Asensio tras recibir un golpe fortuito en un lance del juego. Messi fue el jugador más desequilibrante del Barça en el primer tiempo. El sólo tiró del carro, y puso en apuros en más de una ocasión a Keylor Navas. Justo al borde del descanso, tras una jugada de córner, estuvo a punto de marcar el segundo en su cuenta particular.
En Real Madrid comenzó la segunda parte dejando claro que iba a por los tres puntos. Asensio colgó un pase de la muerte que de no ser por Piqué habría acabado en gol. Un minuto más tarde Kroos probó suerte desde la frontal con un potente disparo que obligó a Ter Stegen a esforzarse al máximo. La presión alta de los jugadores de Zidane estaba pasando factura al Barça, que no era capaz de mantener la posesión. En el cincuenta llegó la primera por mediación de Alcácer. Se quedó mano a mano con Keylor Navas, pero el costarricense sacó una pierna majestuosa evitando el gol. Un minuto más tarde Keylor volvió a salvar al Madrid al parar el remate de cabeza de Piqué en un córner.
Ante el intento del Barcelona de retomar el timón, los blancos estuvieron a punto de marcar el dos a uno. Asensio galopeó por la banda, muy próximo a la portería de Ter Stegen, pero en lugar de tirar se la pasó a un Cristiano que no recibió bien. Unos minutos después el portero culé volvió a sacarle una al mismo Asensio, que esta vez no se lo pensó dos veces. Cuando parecía que el Real Madrid estaba más cerca del dos a uno llegó el gol del Barça. Rakitic, en una jugada a la contra, soltó la zurda dejando sin posibilidades a Keylor Navas.
La expulsión de Ramos hundió al Madrid
Sergio Ramos vio la tarjeta roja tras hacerle una entrada a Messi a destiempo. Con uno menos el Madrid no pudo hacer otra cosa que defender, y salir a la contra en busca de una contra que diera el gol del empate. Un minuto después, Piqué tuvo una sólo contra Keylor, pero de nuevo se encontró con un gigante en la portería. Dicen que el Real Madrid nunca se rinde, y James, que no llevaba ni cinco minutos en el campo, hizo honor a ello. El colombiano remató un sensacional pase de Marcelo por la izquierda poniendo el empate en el marcador de un partido que pudo haberse decantado para cualquier equipo.
Aún con diez el cuadro de Zinedine Zidane pudo marcar el tres a dos pero se topó una vez más con Ter Stegen. En el descuento, Messi recogió un balón en la frontal tras una jugada a la contra, y anotó el dos a tres que daba la victoria a los suyos. Con los tres puntos el Barcelona vuelve a colocarse líder en la clasificación, pero habiendo jugado un partido más que el Real Madrid. Los blancos aún dependen de sí mismos para ganar la competición doméstica, y en Vigo, en el partido aplazado, podría estar la solución que resuelva esta apasionante Liga.