La odisea de Igor Engonga por tierras gallegas toca su fin, al menos de momento. Llegó a Vigo el pasado mercado invernal para reforzar el centro del campo del filial del Celta, y tiene contrato con la entidad celeste hasta junio de 2016. No obstante, al no entrar en los planes de 'Fredi' para el presente curso, el club se ha visto en la obligación que buscarle una salida de garantías para que siga progresando en Segunda División B. Y que mejor destino que su tierra, la que le vio nacer y crecer como futbolista y persona.

A sus 19 años, afronta su segunda temporada en el fútbol sénior. Comenzó la pasada campaña en las filas Gimnástica de Torrelavega, equipo recién descendido a Tercera División. Sus sobresalientes actuaciones durante la primera vuelta del campeonato permitieron que varios equipos de fijasen en él. Finalmente, fue el Celta de Vigo quien se hizo con los servicios a Igor, con la intención de reforzar su filial, que se encontraba en una delicada situación. Como curiosidad, pisó por primera vez Guinea Ecuatorial en noviembre del pasado año, cuando fue convocado por el combinado africano para un amistoso frente a España. Sin duda, una gran incorporación para un Tropezón que podrá contar con él tanto para el centro del campo como para la zaga.

Igor, continuador de la 'saga Engonga'

Todos aquellos que conserven memoria futbolística de al menos 15 años atrás recordarán a Vicente Engonga, famoso futbolísta de los 90 de ascendencia ecuatoguineana que, además de jugar en equipos históricos como Real Valladolid, Celta, Valencia, Mallorca o Real Oviedo; defendió la elástica de la Selección Española en 14 ocasiones. Pues bien, Igor tiene el privilegio de ser el sobrino de aquel gran jugador, además del hijo de Óscar, que también fue futbolista. Y ahí no acaba todo: el padre de estos dos últimos también (abuelo de Igor) también pateó varios terrenos de juego españoles. Fútbol por las venas.