El año que ahora empieza, 2017, se presenta como un rayo de luz y esperanza para Hernán Santana. El final de 2016 ha servido para que el centrocampista empiece a tener minutos aunque aún tiene mucho camino por andar para recuperar el ritmo competitivo y poder ser importante en Primera División para la UD Las Palmas

El primer partido de Hernán este año ante el Sevilla en febrero, partido en el que los amarillos cayeron por dos tantos a cero. Sin embargo, ese sería el primero y único en tres meses. No sería hasta  abril cuando volviera a vestir la zamarra amarilla, curiosamente también en Sevilla pero ante el Betis. El día ocho de mayo disputaría su último partido en muchos meses ante el Athletic Club de Bilbao (0-0). Desde ahí, el calvario se ha acentuado hasta este mes de diciembre.

Siete meses sin pisar los terrenos de juego ha sido la factura que las lesiones le han hecho pagar al centrocampista. La lesión en su rodilla se acentuó en verano cuando le fue diagnosticado un edema óseo que alargó un mes más su lesión, lo que le obligó a perderse la totalidad de la pretemporada. Su menisco, ese que le ha dejado ko durante varios meses, ha empezado a dar tregua y el jugador ha podido volver a los terrenos de juego en este final de temporada.

Diciembre, por fin

Con las fechas Navideñas han llegado las mejores noticias y sensaciones. El día uno del último mes del año, Hernán disputaba el encuentro de Copa del Rey ante la SD Huesca después de casi siete meses en el dique seco. A partir de ahí, ha disfrutado de minutos ante el Deportivo Alavés, el CD Leganés y el Atlético de Madrid en La Liga y en la vuelta de la eliminatoria de Copa del Rey, también ante la SD Huesca. El inicio del nuevo año será muy importante para un jugador que espera volver a recuperar el trono del centro del campo amarillo.