Era el partido de la ilusión. Uno de los mejores equipos del mundo, el FC Barcelona, visitaba Mestalla. Sería difícil, sí, pero también una motivación, un aliciente extra. Tras empezar con buen pie la ‘era Prandelli’, tocaba enfrentarse ahora a un hueso muy duro de roer. Tocaba volver a vivir una tarde mágica en casa.
El motivo de ganar hoy estaba en la grada. La afición se había volcado con el equipo y había agotado todas las localidades incluso días antes del encuentro. El empujón inicial estaba dado. Ahora tocaba luchar, la batalla empezaba.
Aguante che, polémica y Messi
El choque empezó con un Valencia CF muy organizado, con las dos líneas de cuatro hombres, defensa y centrocampistas, muy juntas y sin apenas dar espacios a los visitantes, que se veían obligados a ensanchar el campo en cada posesión. El bloque al que hizo referencia Cesare Prandelli en su presentación se vio reflejado en estos primeros instantes del partido. El objetivo, defender como equipo y anular al FC Barcelona donde más peligro crea, en el juego entre líneas.
El primer revés del encuentro fue para los de Luis Enrique, que vieron como uno de sus jugadores clave, Iniesta, se lesionaba pasados únicamente trece minutos desde el inicio. Aún así, continuaron dominando el encuentro, aunque por el momento sin gran peligro. Por su parte, los de Prandelli se cerraban bien atrás y buscaban sorprender a la contra.
El dominio culé encontró su premio en el minuto 22. Leo Messi recogió un balón en el balcón del área y batió por bajo a Diego Alves. No obstante, el gol no estuvo exento de polémica, y los valencianistas protestaron un posible fuera de juego de Luis Suárez, que con su posición impidió al guardameta valencianista ver bien la jugada.
Con el tanto, el Valencia CF no se vino abajo, y tras una gran jugada de Cancelo por la banda derecha, a punto estuvo de sorprender. El portugués filtró el pase al área, pero ni Nani ni Mangala llegaron a tiempo de empujarlo con un Ter Stegen ya batido. Instantes después Messi contestó con un potente disparo desde dentro del área, pero el portero che evitó el segundo del argentino con una gran parada.
La polémica apareció de nuevo a la media hora, cuando Rodrigo cayó derribado dentro del área en su duelo con Umtiti. Pese a las protestas de los jugadores blanquinegros y de la grada, nada señaló el colegiado. El FC Barcelona seguía apretando a los de Prandelli, y esta vez fue Suárez el que metió el susto a los locales. Pero de nuevo apareció Diego Alves a mano cambiada para evitar el 0-2. Por debajo en el marcador, todavía se le complicaron más las cosas a los ches. Esta vez fue Gayà quien abandonó el terreno de juego lesionado.
En los últimos instantes de la primera mitad, Parejo a punto estuvo de levantar a la grada en dos ocasiones. En la primera, el de Coslada se quedó sólo ante Ter Stegen, pero el guardameta se anticipó al lanzamiento del ‘10’. Unos segundos después recibió el balón en el punto en la media luna, pero un mal control desaprovechó la ocasión. Todavía quedó tiempo para que Neymar provocara un nuevo susto con una chilena, pero el balón se marchó por poco.
Remontada y, de nuevo, Messi
La segunda mitad empezó de la misma forma que terminó la primera. Neymar probó de lejos, Alves volvió a aparecer y Ratikic, que cogió el rechace, envió el balón al palo casi a portería vacía. Pero el Valencia CF no tardó en demostrar que no estaba ni mucho menos acabado. El exazulgrana Munir, que entró tras el descanso, puso el empate en el marcador tras un magnífico lanzamiento desde la media luna.
A raíz del gol, el empujón de jugadores y grada marcó los siguientes compases del partido y, todavía con algunos aficionados en pie, Rodrigo puso el 2-1 después de recibir una maravillosa asistencia de Nani. El devenir del encuentro cambió por completo en tan sólo cinco minutos. Los de Prandelli estaban cómodos y, más importante, dominaban el marcador.
Pero es lo que tiene jugar contra uno de los mejores. A la mínima vuelven a hacer daño. Suárez puso de nuevo las tablas al rematar con un potente disparo el despeje de Alves que, tras una espectacular parada, nada pudo hacer para evitar el empate. De nuevo volvió, aunque en menor medida, el dominio culé.
El paso de los minutos era proporcional al sufrimiento che. El Valencia CF aguantaba atrás con una férrea defensa y las dos líneas, como al inicio del encuentro, muy juntas. A la contra los blanquinegros salían rápidos, pero el cansancio empezaba a pasar factura. En una de ellas Nani levantó a la grada con su disparo, pero este golpeó en el lateral de la red. Los valencianistas, aunque derrotados en lo físico, aguantaban y atacaban, y Mestalla animaba en busca del gol.
Cuando se consumía el tiempo de descuento, Abdennour cometió un penalti que quitaba el aliento a Mestalla. Messi lanzó y, para decepción de los ches, puso el definitivo 2-3 en el marcador. Pese a la derrota, el Valencia CF había demostrado de lo que puede ser capaz lo que resta de temporada. Un equipo organizado que puede plantar cara a uno de los mejores equipos del panorama futbolístico mundial.