El Villarreal de Fran Escribà ya es una realidad, la plantilla ya conoce al valenciano, y el valenciano ya conoce a la plantilla y se entienden a las mil maravillas. El ex del Getafe ya juega como le gusta: bonito y con solidez defensiva, y nada se lo impide: ni la acumulación de partidos, ni las rotaciones, ni rivales imponentes… nada. Una vez más, para mantener el descanso de sus jugadores, realizó cambios respecto a su último once (hasta cinco) pero el equipo siguió dando sus señas de identidad.

Una primera parte memorable para encarrilar el partido

En frente, Osasuna, un equipo con jugadores de mucha calidad como Fran Mérida, Emmanuel Rivière o Sergio León que podían haberles causado problemas, pero no fue así. Desde el minuto uno salieron a arrollar moviendo rápido el balón, con pases entre líneas y volcando el juego por bandas para desequilibrar. Y pronto ya surtió efecto, cuando en el minuto 5’, un pase elevado de Trigueros para que el centro de Castillejo desde la banda derecha acabase en un gran remate de Alexandre Pato para firmar el (1-0). Tras una buena ocasión de Samu Castillejo para aumentar la ventaja, Osasuna, qe estaba bien plantado en su defensa de cinco con una buena presión, poco a poco fue tomando el control del partido: teniendo más posesión, teniendo más ocasiones y con un Rivière muy activo que perdonó dos claras opciones de gol que hubiesen cambiado el devenir del encuentro. Con los navarros volcados arriba, una contra del Villarreal en el minuto 24’ culminó con un ingenuo derribo del cancerbero Mario sobre Roberto Soriano, que terminó en un penalti que transformaría Bruno para hacer el (2-0). Es ya el cuarto penalti del que disponen los groguets en cuatro jornadas.

Con la euforia del segundo gol, la maquinaria del Villarreal empezó a carburar al máximo: con una sala de máquinas formada por el tándem Bruno-Trigueros al máximo,  con un Samu Castillejo excelso entrando como un puñal por una desprotegida banda derecha, y con Pato y Sansone desbordando calidad. No es extraño que en el minuto 39’ el Submarino nos regalase una obra de arte propia de su época dorada: pared entre Castillejo y Pato, pase entre líneas del ex malaguista para dejar solo a Sansone frente a Mario, y que este defina con una delicada vaselina para cerrar un abultado marcador (3-0). El Villarreal seguía atacando y pasándoselo bien: combinando, moviendo, jugando y desatando los aplausos de la grada; pero en un descuido a tras botar un córner, Osasuna salió rápido a la contra  y Sergio León, que recibió en banda izquierda se fue de todo quien tenía a su par y se plantó en el área, donde Álvaro González cometió un infantil penalti. Con tranquilidad y sangre fría, Roberto Torres transformó la pena máxima y marcando el (3-1) que volvía a abrir el partido de cara a la segunda mitad.

Una segunda parte lejos del nivel de la primera

A la vuelta de los vestuarios, comenzábamos con una sorpresa: el cambio del portero rojillo, ya que se tuvo que retirar dolorido Mario Fernández, dando entrada al arquero suplente Álvaro Fernández. Asimismo, Enrique Martín Monreal retiró a Carlos Clerc, dando entrada a Jaime Romero, tratando de dotar de más verticalidad a su equipo. Más allá de esto, el Villarreal arrancó el segundo periodo con la misma intención de juego y de ataque, demostrando superioridad en el juego. En el minuto 50’ Alexandre Pato, gozó de una gran ocasión para aumentar la ventaja, pero detuvo Álvaro Fernández.

A Martin Monreal seguía sin gustarle lo que veía, y con más de media hora por delante agotó los cambios dando entrada al canterano Olavide en lugar de Fran Mérda. Con esto, los pamplonicas empezaron a ganar metros y a mostrarse más activos en los últimos metros, ahora con una formación 4-4-2 y gozando de claras ocasiones, por medio de Sergio León.

Para neutralizar la reacción de los navarros, Fran Escribà dio entrada a Jonathan dos Santos y Denis Cheryshev en lugar de Pato y Roberto Soriano; y así conseguir más control en el medio del campo. Los amarillos volvieron a tener mejor control de la posesión y Manu Trigueros tuvo una clarísima ocasión para sentenciar el encuentro, pero también  hizo que el partido bajase mucho en nivel e intensidad, dejando atrás el ritmo frenético que veríamos anteriormente. Cerca del final del partido, Osasuna volvió a ponerse las pilas con la esperanza de rascar aunque sea un punto del encuentro con clarísimas ocasiones de Sergio León y Miguel Flaño de cabeza, ambos de cabeza; asumiendo el control del partido por tercera vez, pero no consiguió anotar ningún tanto.

Con esto, el Villarreal se coloca con 12 puntos en cuarta posición, a dos puntos del líder y empatado con el tercer clasificado (el Atlético de Madrid) y continua invicto. Por su parte Osasuna, aún no conoce la victoria y se mantiene colista con tan solo dos puntos.