No se esperaba una situación mínimamente favorable para los New York Rangers durante los momentos previos al inicio de la final de la Conferencia Este. El Bell Centre, hogar de los Montreal Canadiens, ha sido todo menos un escenario accesible para los neoyorquinos en los últimos tiempos. De hecho, un veterano como Henrik Lundqvist llevaba cinco años sin salir victorioso del hielo de Montreal. Pero ahí se plantaron el sábado noche los de Alain Vigneault para despejar fantasmas y poner fin a la sequía endosando siete tantos a un equipo que llegaba con la moral por las nubes tras deshacerse en la anterior serie de uno de los principales contendientes al título, los Boston Bruins.

Más de siete años llevaban los Rangers sin anotar siete goles en un partido de playoffs y, para ello, no tardaron en poner la primera piedra cuando no se había cumplido el minuto 5 y Martin St. Louis recogía en boca de gol una pastilla de Dominic Moore para adelantar a los visitantes. Apenas dos minutos más tarde, Mats Zuccarello ampliaba la ventaja sin oposición frente a la meta de Montreal tras ser habilitado de nuevo por Moore y Ryan McDonagh. Parecía que el retiro antes de tiempo de un hombre clave como Derick Brassard tras un encontronazo con Mike Weaver no iba a condicionar el dominio de los de Manhattan.

Acortaría distancias Rene Bourque para los Habs superado el ecuador del segundo periodo con un gol envuelto en controversia por exceso de jugadores del lado local en la pista. Pero, a la postre, ése no sería el principal foco de atención, ya que Carey Price jugaría durante gran parte del tercio con molestias tras un choque fortuito mientras salvaba un mano a mano contra Chris Kreider. El guardameta, héroe para los canadienses en lo que llevamos de postemporada, aún encajaría dos tantos más antes de ser sustituido para que Peter Budaj afrontara el último tercio de encuentro. Kreider anotaría el 3-1 finalizando, con un disparo de muñeca, una gran asistencia desde media pista de Rick Nash y, segundos después y a un suspiro del bocinazo, Zuccarello engañaba a Price tras la portería y asistía a Brad Richards para el 4-1.

Llegaría en el último periodo la sentencia final para los Canadiens con tres goles en superioridad númerica de los Rangers en apenas 3 minutos. McDonagh subía el quinto al electrónico con un disparo seco sin oposición frente a Budaj y aún participaría en el sexto, liderando un gran movimiento del puck en campo de Montreal finalizado por Derek Stepan. De esta manera, McDonagh acabaría el choque siendo el cuarto defensa en conseguir record de puntos (4) de la franquicia en un partido de playoffs. Otro que sería protagonista era Rick Nash, que marcaba el definitivo gol de New York tras otro gran movimiento del equipo en superioridad numérica para romper una racha de 15 partidos sin anotar un solo tanto. Ya con todo visto para sentencia y a cinco del final, los locales maquillaban la goleada con un gol en inferioridad por mediación de Lars Eller, que fusilaba a Lundqvist tras hacerse con un puck rechazado.

Los chicos de Vigneault toman, por tanto, una ventaja importantísima, obviamente tanto por el resultado como por el empujón psicológico que supone una victoria de tal calibre en un feudo “maldito” hasta ahora para ellos como era el Bell Centre. Tendrán que demostrar si el miedo está plenamente superado el próximo lunes (2:00 a.m. H. Esp) en el mismo escenario.