5. Dominik Hasek

Números y logros: 114-39-19, 2.13 goles recibidos por partido, 0.911% de paradas. Dos veces campeón de la Stanley Cup.

Dominik Hasek es uno de los mejores porteros en la historia de la NHL y del hockey. El pasado año fue incluido en el salón de la fama. Si aparece en el quinto lugar de este ránking, es porque la mayoría de logros en su carrera, exceptuando la Stanley Cup, los logró con los Sabres de Buffalo. Seis veces ganador del Vezina Trophy y dos veces del Hart y Lester B. Pearson. De haber logrado todo eso con los Red Wings, seguramente podríamos debatir si sería el número uno de esta lista.

4. Henrik Zetterberg

Números y logros (en activo): 809 partidos, 766 puntos, una Stanley Cup, 2008 Conn Smythe Trophy.

No sólo estamos ante uno de los mejores europeos en la historia de los Red Wings, sino uno de sus grandes jugadores. Séptimo en el ránking de puntos conseguidos. Asumió la capitanía tras la retirada de Nicklas Lidstrom y es un ejemplo para las nuevas generaciones. Buen jugador ofensivo y muy responsable en tareas defensivas. A sus 34 años, su plaza parece garantizada en el Hall of Fame y su número 40 colgará de ese club selecto en el Joe Louis Arena.

3. Pavel Datsyuk

Números y logros (en activo): 863 partidos, 841 puntos, dos veces campeón de la Stanley Cup, tres veces ganador del Selke Trophy y cuatro del Lady Byng.

Llegó tarde a la NHL, por lo que a estas alturas, tranquilamente podría haber pasado la barrera de los 1.000 puntos. Una pena que ni él, ni la NHL hayan sabido venderlo, porque estamos ante uno de los mejores jugadores de los últimos diez años. Un verdadero mago de la pastilla. Sería casi imposible hacer un video con sus diez mejores goles. Talento ofensivo y excelente defensor, reconocido con tres Selke Trophy seguidos. Al igual que su gran amigo Zetterberg, camino del Salón de la fama y de ver su número 13 retirado.

2. Sergei Fedorov

Números y logros: 908 partidos, 954 puntos, tres veces campeón de la Stanley Cup, ganador en 1994 del Hart y el Lester B. Pearson, además de dos Selke Trophy.

Para los que lleven poco tiempo siguiendo la NHL, es probable que lo recuerden de sus últimos y malos años en Columbus y Washington, pero en los noventa, fue uno de los mejores jugadores del planeta. De los pocos que podía mirar cara a cara a los Greztky, Lemieux y compañía. Formaba una dupla letal con Steve Yzerman. Aunque las comparaciones son odiosas, para los que llevan poco en este mundillo, fueron la versión anticipada de Crosby y Malkin.

Al igual que su compatriota Datsyuk, enorme talento ofensivo y buen jugador defensivo. Este año ingresará con seguridad en el Hall of Fame. Su traumática salida de Detroit, algo que nunca le perdonarán en la Motown, hace que probablemente nunca veamos el 91 retirado.

1. Nicklas Lidstrom

Números y logros: 1.564 partidos, 1.142 puntos, cuatro veces ganador de la Stanley Cup, siete veces ganador del Norris Trophy, 2002 Conn Smythe Trophy.

La elección más fácil y predecible de todas. No hay suficientes calificativos para hablar del mejor defensa de la historia de la NHL, junto a Bobby Orr y Doug Harvey. Llegó a Detroit en 1989 con 21 años y desde el primer partido se hizo notar. Ya tiene su camiseta colgada del techo del Joe Louis Arena y este año entrará en el Hall Of Fame.