Si por algo han destacado los Red Wings durante las últimas dos décadas, ha sido por su sistema de juego, basado en el control de la pastilla y jugar el mayor tiempo posible en la zona ofensiva. Durante el comienzo de la campaña, no lograron llevarlo a cabo. La vuelta de Datsyuk ha sido clave a la hora de recuperar el control del puck. Buena prueba de ello, es que desde la vuelta del mago ruso, Detroit ha mejorado sus números ofensivos, además de conseguir más tiros que el rival (30-27) por partido. Sin Pavel, los contrarios ganaban en dicho apartado (32-25).

Aunque de momento los resultados no han mejorado considerablemente, con los Red Wings ganando tres de sus últimos siete partidos, el juego de los de la Motown está siendo mejor. El principal problema es que los de Blashill no están sabiendo mantener las ventajas en el marcador y sus últimos cuatro encuentros han requerido de prórroga, tras llegar con ventaja al último periodo.

Gol número 300

De momento, la estadística no refleja la gran aportación de Dats a su equipo. El ruso lleva tres puntos en los nueve partidos disputados. Uno de ellos significó su gol número 300 en la NHL, logrado el pasado miércoles en el Joe Louis Arena, en el partido que los Red Wings perdieron 3-2 en la prórroga ante Boston.

De esta manera, el mago entra en un club de élite en la histórica franquicia, ya que se uneGordie Howe, Steve Yzerman, Alex Delvecchio, Sergei Fedorov y Henrik Zetterberg como únicos jugadores que han alcanzado los 300 goles y 500 asistencias en Detroit.

El buen rendimiento de la primera línea con el novato Larkin y el capitán Zetterberg ha hecho que Blashill opte por jugar con Pavel en la segunda línea junto a otro veterano como Brad Richards. Ambos recién salidos de lesiones, es cuestión de tiempo que mejoren y el ruso sume más puntos a una carrera de Hall Of Fame.