La armonía y flexibilidad del cuerpo humano llevada al extremo, el desafío a las leyes de la gravedad y la posibilidad de sentirse ave por unos instantes. Eso es lo que supone la gimnasia en trampolín, una disciplina deportiva emanada del exhaustivo y riguroso entrenamiento al que se somete a los acróbatas circenses y astronautas. La NASA empleó la cama elástica desde sus orígenes, en pos de preparar a los hombres que se aventurarían al espacio exterior, y sin imaginar que unos años después, habría deportistas especializados que harían vibrar a los espectadores.

La primera cama elástica donde se compitió fue en la instalada en 1930 en la Universidad de Iowa (Estados Unidos), pero no sería hasta 1964 cuando se institucionalizó este deporte, con la creación de la Federación Internacional de Trampolín. Los primeros que lo practicaron y dieron un impulso a esta disciplina, fueron gimnastas artísticos, invitados para que probaran el trampolín como catapulta a su carrera profesional. A partir de ahí, el trampolín comenzó a ser omnipresentes en colegios y universidades de Estados Unidos y China, calando muy hondo en el país oriental.

Etapa olímpica dominada por China

La perfección es la única opción contemplada, y para alcanzarla se requiere de tremendo rigor y disciplina física y técnica. Se camina en el fino alambre que separa el deporte de élite del abuso del cuerpo humano, y los chinos son especialistas en ese territorio; mucho más habiéndose celebrado los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde quisieron lucirse al mundo y percibieron en la gimnasia un deporte ideal para cosechar preseas.

Podium de Sidney 2000. Foto: trampolin.cstv.cz

Karen Cockburn (Canadá) es la gimnastas con más medallas, cosechando tres, aunque ninguna de oro

Las inversiones en trampolín no se hicieron esperar en el país del sol naciente, desde que entrara a formar parte del programa olímpico en Sidney 2000. Los rusos comenzaron dominando mientras que los chinos no llegaron a presentar ningún atleta realmente competitivo en la ciudad australiana. Pero pronto las cosas cambiarían, y la irrupción de este deporte en colegios, permitiría la captación de jóvenes para su práctica.

Karen Cockburn en Juegos Olímpicos de Londres 2012. Foto: zimbio
Karen Cockburn en Juegos Olímpicos de Londres 2012. Foto: zimbio

Los rusos dominaron la primera competición olímpica de trampolín, con sendos oros en categoría masculina (Alexander Moskalenko) y femenina (Irina Karavaeva). Ya en Atenas 2004 se observa una incipiente penetración del deporte en China, cosechando Shanshan Huang una medalla de bronce. Canadá saca la cabeza como gran potencial mundial, lo cual confirma en Pekín 2008 con las meritorias platas de Jason Burnett y Karen Cockburn. China logró tres medallas, dos de oro y una de bronce, y demostró el ingente trabajo que habían realizado desde la Federación Nacional de este deporte.

China logra cuatro de las seis medallas posibles en trampolín en Londres 2012

El auge de la gimnasia en trampolín china tuvo continuidad en Londres 2012, alcanzando la friolera de cuatro de las seis medallas posibles. Solo la canadiense Rosannagh Maclenann, con el oro en modalidad femenina, y Dmitri Ushakov con la plata en masculina, pudieron evitar un pleno de preseas para la potencia asiática.

Dong Dong en Londres 2012. Foto: zimbio
Dong Dong en Londres 2012. Foto: zimbio

Suele sobrevolar cierta polémica a las puntuaciones en esta disciplina, ya que dependen de un tribunal constituido por nueve jurados, que evalúa el nivel de dificultad del ejercicio del gimnasta (hay una parte obligatoria de movimientos pero también otra libre), y el tiempo de vuelo. En Río de Janeiro 2016, se espera que el dominio de China continúe latente, ya que han generado una cantera de gimnastas de gran calidad y al amparo de los éxitos precedentes, han ido surgiendo nuevos valores con tremendo potencial.