Los Cardinals empezaron dominando, pero no fue suficiente para vencer a los Cowboys. 151 yardas consiguieron avanzar los de Arizona en el primer cuarto. Anotaron un touchdown y dejaron a los vaqueros pensando en qué era lo que había sucedido. Los Cards tuvieron el balón durante 13 minutos en el primer cuarto y no permitieron a su rival entrar en juego. Sólo 3 yardas conseguidas y muchas dudas en Dallas.
En el segundo cuarto, de nuevo los Cardinals pudieron aumentar la ventaja, pero Dawson falló un field goal a 36 yardas de distancia y el marcador se quedó en el 7-0 que habían conseguido en el primer cuarto. En ese momento los Cowboys empezaron a espabilar. Prescott entró en calor y la maquinaria empezó a funcionar. Fue el quarterback de segundo año el que anotó el primer touchdown de los suyos. Corrió, saltó, chocó contra el defensa y cayó de forma acrobática dentro de la línea de anotación. Después de esta acción, Bailey transformó el punto extra y empató el partido a siete.
El tercer cuarto fue un duelo en el que destacaron los receptores estrella de cada equipo. Dez Bryant se abrió paso entre los rivales y anotó el segundo touchdown de su equipo, para poner a Dallas con ventaja. Pero Larry Fitzgerald igualó la contienda cinco minutos después. El veterano receptor sigue haciendo historia. Consiguió convertirse en el octavo jugador con más recepciones de la historia de la NFL. Otro veterano de los Cardinals, Carson Palmer también hizo historia al convertirse en el quarterback número 13 en acumular más de 45000 yardas de pase.
A pesar del récord, Palmer no logró llevar a su equipo otra vez a la línea de anotación ante una gran defensa que esta vez sí, fue dominante. En el último cuarto del partido, los Cowboys celebraron la victoria gracias a dos nuevos touchdowns. El primero de Butler y el segundo de Elliott.