Si alguien piensa en la defensa de Jacksonville (cómica y acertadamente denominada Sacksonville) se le viene a la cabeza en el poderosísimo front seven que tienen a su disposición Doug Marrone y Todd Wash. Ya el año pasado se veía una defensa con uno buenos matices pero  la que le faltaba un par de piezas para ser considerada élite. Uno de esos matices era la presión al QB. Eran la 17 de la liga. No era malo para la posición que ocupaban, pero si para llegar a la postemporada con una defensa élite. Tom Coughlin debería ponerse manos a las obra para conseguir algo en agencia libre o en el draft.

El primer nombre que aparecía en la mesa era el de Calais Campbell, por aquel entonces jugador de los Arizona Cardinals. Junto con Brandon Williams (el cual renovó con Baltimore) era el mejor jugador disponible. Las condiciones que pedía Campbell eran muy sencillas: un equipo de playoffs y 60 millones de dólares en cuatro años, la mitad de ese dinero tenía que ser garantizado. No eran condiciones que todos pudieran cumplir. 

Entre los equipos que aspiraban a él y que cumplieran las condiciones, especialmente económicas estaba Jacksonville. Después de una infructuosa negociación con los Cardinals era el turno de Campbell en la agencia libre. En cuestión de cinco días ya había llegado a un acuerdo con Jacksonville. El contrato se firmó el 10 de marzo. Con la llegada de Campbell los Jaguars ya tenían al jugador que querían y el que necesitaban para terminar de apuntalar la defensa. Campbell después de las dudas sobre el proyecto y el dinero se encontraba con la situación resuelta en apenas unos días.

El comienzo del año mágico

Nada más empezar los entrenamientos, los entrenadores de los Jaguars se quedaron impresionados por la capacidad de adaptación al sistema 4-3 y su buena sintonía con Malik Jackson y Myles Jack. Casualmente con Malik Jackson han sido nombrados Pro Bowlers. Además ya se veía como iba a mejorar el impacto de esa defensa y como un posible candidato al mejor defensa del año. Era lógico pensar en una mejora del rendimiento una vez añadida una pieza de lujo a un engranaje ya de por sí bastante bueno.

Con el primer partido de la temporada en marcha se vio el primer destello de la temporada de los posteriormente denominados Sacksonville. Diez sacks llegaron a Tom Savage y Deshaun Watson. Era el inicio de la etapa de estos nuevos Jaguars, récord de sacks de la franquicia incluido. Después de un principio de temporada irregular los Jaguars se fueron asentando a ambos lados del campo. Con ello los grandes números no se dieron cada dos por tres. No fue hasta los Colts hasta que Sacksonville volvió a aparecer con nueves sacks, 2.5 del propio Campbell.

La temporada ha ido avanzando para los Jaguars y cada jornada se ha formado un equipo más sólido. A falta de dos jornadas cuentan con un récord de 10-4 y con la clasificación para la postemporada por primera vez desde 2007. Por su parte Campbell aspira a ser el mejor jugador defensivo del año y formar parte del primer equipo All-Pro por primera vez en su carrera.