Los New England Patriots están a las puertas de volver a consolidar la supremacía que han tenido sobre la NFL en el Siglo XXI. Para lograr otra victoria sobre los Philadelphia Eagles en un Super Bowl, de la mano de cinco jugadores relevantes, hay que hacer el repaso de las cinco claves principales. 

La experiencia

Por sí mismo, Tom Brady acumula la misma cantidad de apariciones en Super Bowl que todo el roster de los Eagles. Ni hablar de la diferencia de presencias en escenarios grandes entre Bill Belichick y Doug Pederson. La superioridad de los Patriots en este sentido es innegable, y tendrán que sacarle el máximo provecho. 

No es que la experiencia funcione por sí misma, pero sí juega un papel importante cuando enfrente tendrán a varios principiantes. La mayor diferencia estará en la inexperiencia de Nick Foles, el hombre que estará en los controles de Philadelphia. Además, el equipo de New England sigue contando con muchos elementos que el año pasado firmaron la remontada que le dio el quinto anillo a la franquicia, por lo que están habituados a la presión de un escenario así. 

Protección a Brady

Siempre que Tom Brady se encuentre cómodo en la bolsa de protección, el margen de error de los Pats es mínimo. En temporada regular, los Eagles registraron 38 capturas, un promedio de apenas un poco más de dos por partido. 

Si la línea ofensiva de New England logra controlar a la línea defensiva de Philadelphia, es probable que Brady pueda conectar con cualquiera de sus herramientas en el juego aéreo. También, si Rob Gronkowski, Danny Amendola y compañía se encontraran bien cubiertos, la válvula de escape con el corredor es otra buena arma que han sabido aprovechar desde hace tiempo.

Juego terrestre efectivo

Un gran factor para que New England pudiera mantenerse a la cabeza del marcador en varios partidos de la temporada fue el gran nivel de su juego terrestre. Además, el backfield también ayudó a que Brady encontrara un desahogo para que el equipo no dependiera de lo que hiciera o dejara de hacer él. 

Dion Lewis será la principal herramienta de los Patriots en el partido. Sin embargo, enfrente tendrán a la mejor defensiva contra la carrera de todo el año. En la temporada regular, los Eagles únicamente promediaron 79.2 yardas terrestres en contra por partido. No es que Brady no pueda lanzar durante gran parte del partido, pero los acarreos fueron clave para el funcionamiento de la ofensiva de New England. 

Defensa comprometida

Antes de una remontada en el último cuarto, los Pats lucieron vulnerables ante los Jacksonville Jaguars en la final de la Conferencia Americana. Si bien Philadelphia no cuenta con un ataque terrestre que se pueda identificar tan bien como el de los Jags, sí tienen un backfield bastante completo con Jay Ajayi, Corey Clement y LeGarrette Blount, con los dos primeros muy inmiscuidos en el juego aéreo. 

Aunque Nick Foles no es la amenaza que sí podría ser Carson Wentz, el cuerpo de receptores de los Eagles sigue siendo el mismo que fue tan efectivo a lo largo de la temporada. Alshon Jeffery y Nelson Agholor, junto con Zach Ertz, siguen siendo buenas herramientas para la ofensiva de Philadephia.

Ejecución

La característica de los Patriots es saber hacer la jugada indicada en el momento indicado. Ese es el núcleo de su identidad ganadora, y es lo que tendrán que continuar haciendo durante el Super Bowl LII. Precisamente es lo que ha condenado a varios equipos, consiguiendo tres y fuera en momentos cruciales o dejando bastante tiempo en el reloj. 

Bill Belichik es el principal referente de lo que es una ejecución perfecta. De la mano de Josh McDaniels y Matt Patricia, en lo que parece ser su último juego juntos, buscarán realizar las jugadas perfectas para que los Patriots se acerquen a su sexto anillo. Una buena serie ofensiva inicial que termine anotando, manejo inteligente de reloj y efectividad en la zona roja es lo que los ha caracterizado a lo largo de la campaña, y en el Super Bowl LII tendrá que ser la misma historia.