Duelo divisional en el partido de domingo por la noche en la NFL, en el cual Pittsburgh y Baltimore entregaron un enfrentamiento lleno de baches. 

Ambos equipos tuvieron sus momentos durante el desarrollo del juego, pero fueron los Ravens quienes se llevaron la victoria ante unos Steelers que están mostrando cada vez más su peor cara. 

Tal como se esperaba, la clave del partido la tuvo la defensiva de Baltimore, manejando la desesperación de la ofensiva de Pittsburgh que, como en casi toda la temporada, estuvo abajo en el marcador en buena parte del partido. Los Ravens se llevan una victoria importante en la lucha por una división, que por ahora lideran los Bengals, mientras que los Steelers quedaron con el peor récord de la AFC Norte (compartido con los Browns). 

No fue el mejor de los arranques en un partido para Pittsburgh, ya que en la primera serie ofensiva Joe Flacco quemó a la secundaria de los Steelers con un pase de 33 yardas a John Brown para anotación. Minutos después, Vance McDonald –de gran partido por el lado de los Steelers- tuvo su único error en el partido, soltando un ovoide que el profundo Tony Jefferson prácticamente le arrancó de las manos. De esa perdida, Baltimore sacaría siete puntos más gracias al pase corto de Flacco al corredor Alex Collins, el segundo TD del día para el QB de Ravens. El primer cuarto terminó con la ventaja de 14-0 para los de Harbaugh. 

El segundo cuarto fue todo para los Steelers. Chris Boswell anotó su primer gol de campo de la noche, y luego la defensiva de Pittsburgh paró milagrosamente sobre la yarda uno a los Ravens, con un fumble provocado por Coty Sensabaugh a Collins y recuperado por el novato Terrell Edmunds. De esa perdida, el equipo de Mike Tomlin sacó otros tres puntos más. Un poco más tarde en el cuarto, Antonio Brown logro bajar un balazo que vino desde el brazo del Big Ben y la conversión de dos puntos de Conner le permitió a los Steelers ponerle números a la primera mitad: igualados en 14. 

En la segunda parte dos estadísticas clave se combinarían para definir el resultado final del partido: los Ravens no han dejado a las ofensivas contrarias anotar touchdown durante la segunda mitad en toda la temporada, y los Steelers ahora llevan dos partidos seguidos sin convertir ni siquiera un gol de campo del tercer cuarto en adelante. Aparecieron ambas defensivas para frenar a los ataques, aunque la endeble secundaria de Pittsburgh demostró nuevamente que necesita una renovación permitiendo recepciones fáciles para los hombres de Baltimore. 

Justin Tucker, uno de los pateadores más seguros de la liga, se llevó todas las luces durante los últimos dos cuartos, anotando tres goles de campo. Roethlisberger y la ofensiva de los Steelers intentaron con dos últimas series ofensivas avanzar con un ataque en serie, pero una intercepción primero y una pérdida del ovoide en cuarta oportunidad terminaron de sentenciar el partido: los Ravens se llevaron el primer duelo divisional ante Pittsburgh ganándole 26 a 14. 

Baltimore ahora tiene récord de 3-1 y comparte el liderato del norte de la americana con Cincinnati. Los Ravens saben que tienen una defensiva fuerte, que recuperará a Jimmy Smith, uno de sus mejores esquineros, suspendido por los primeros cuatro partidos del año. Si el ataque se mantiene creativo y toma fuerza en cuanto a la efectividad, será difícil que no vayan a los playoffs. La próxima jornada visitará a los Browns en el FirstEnergy Stadium. 

Todo lo contrario pasa en Pittsburgh. Ni Mike Tomlin ni sus coordinadores encuentran la manera de que este equipo comience a hacerse fuerte en algún lado del campo. La defensiva tiene una carencia de talento que hace mucho tiempo no se veía en el equipo del estado de Pennsilvania, y el ataque, más allá de tener grandes nombres, no encuentra la manera de entenderse. Fischner y Butler, coordinadores ofensivo y defensivo respectivamente, no entienden como darles juego a sus departamentos. A eso tienen que apuntar los Steelers, que se quedarán en casa para recibir a los Falcons el próximo domingo.