El retiro de Rob Gronkowski (29) dejó mucha tela para cortar. El ala cerrada de Patriots cosechó infinidades de títulos personales y grupales entre los que se destacan tres campeonatos de Super Bowl. El socio ideal de Tom Brady dejó un marca muy grande en la NFL y una arista que de vez en cuando invita a la reflexión: le decisión de abandonar la actividad antes de los 30 años por las reiteradas lesiones que apenas le permitieron completar dos temporadas completas. En la siguiente nota se darán algunos ejemplos similares y dos situaciones que escapan a la regla.
Al Toon – New York Jets
Albert Lee Toon Jr tuvo todo para ser uno de los mejores wide receiver de la historia. En la temporada de 1988 lideró la liga con 93 recepciones y consiguió su tercera nominación al Pro Bowl. Su decisión de retirarse a los 29 años se debió a los constantes golpes que recibió durante toda su carrera. En tan sólo ocho años como profesional sufrió nueve colmociones.
Todavía mantiene la marca de ser uno de los dos jugadores con menos de 110 partidos que presenta 500 recepciones. El otro es Kellen Winslow Sr.
Patrick Willis – San Francisco 49ers
El caso del linebacker de San Francisco es uno de los más emotivos que enfrentó el retiro a temprana edad. Willis estaba llamado a ser un histórico en su posición. En las temporadas 2011 y 2013 formó junto con NaVorro Bowman la mejor dupla defensiva de la temporada. Al no completar el año 2014 por una fractura en uno de sus dedos, Willis puso fin a su carrera. Muchos intentaron convencerlo de que no fuera así. No hubo caso. Sus razones fueron sencillas: “Honestamente, les pongo atención a los hombres que han terminado de jugar, caminan como si no tuvieran cadera y no pueden jugar con sus hijos. Apenas pueden caminar. La gente los ve y siente lástima”, dijo, en la conferencia en la que anunciaba el adiós.
Tres retiros en una semana
Chris Borland – San Francisco 49ers
Encefalopatía traumática crónica. Esa es la única razón por la que el ex linebacker de los 49ers decidió dejar la NFL, a sus 25 años, en marzo de 2015. Preocupado por los resultados que causan los golpes en la cabeza, el novato que sólo jugó en el 2014 prefirió dedicarle tiempo de su vida a otros rubros. El ETC es una de las enfermedades en la cabeza que se le acusa a la rudeza del deporte. Parkinson y Esclerosis Lateral Amiotrófica completan el catálogo. Es imposible establecer si Borland hubiera tenido éxito en caso de continuar, pero los que más conocen en la materia tenían buenos augurios sobre el egresado de Wisconsin – Madison.
Jason Worilds – Pittsburgh Steelers
El linebacker de Steelers se convirtió en agente libre a los 27 años y estaba convencido de que obtendría un suculento contrato por parte de otras franquicias. Sin embargo, en una decisión insólita, decidió retirarse: “Quiero dedicarme a otras cosas”, declaró. Un tiempo después se uniría a la línea de los testigos de Jehová.
Jake Locker – Tennessee Titans
En sintonía con Worilds y Borland, el mariscal de campo se retiró en la misma semana que los mencionados anteriormente. Sus motivos fueron más simples: no tenía más ganas de jugar.