Los Bills se impusieron en un partido muy cerrado a los Jets por 17 a 16. Buffalo logró recuperarse de un desastroso arranque de partido donde entregó mucho la pelota. Tras una complicada primera parte, el equipo de Sean McDermott logró de a poco cansar a la buena defensiva de los Jets y hacerse con el triunfo. 

Josh Allen arrancó dubitativo en el primer cuarto. En el drive inaugural una captura de Jerry Hughes provocó que el mariscal de segundo año suelte el ovoide y le permita al equipo de Adam Gase generar su primer turnover del partido. Y no tardó mucho en generar la segunda: CJ Mosley aprovechó un pase desviado por Cole Beasley para en su primer partido con los Jets devolver la intercepción para la anotación. Kaare Vedvik, de flojo partido, erró el punto extra. 

En el segundo cuarto, un error de comunicación entre Mitch Morse y Josh Allen hizo que el ovoide quede vivo en la línea de golpeo y CJ Mosley nuevamente recupere para darle la posesión a New York. Algo parecido pasó en el siguiente drive, donde Allen intentó pasar pero encontró un desvío en la linea y la intercepción de Neville Hewitt. Darnold encontró espacio y tiempo en este drive, pero Vedvik de nueva cuenta falló al momento de ir a los palos, esta vez con un gol de campo de 45 yardas. 

Para arrancar la segunda mitad, los Jets volvieron a poner puntos en el marcador gracias a su defensiva, parando al veterano Frank Gore en la endzone y consiguiendo el safety. Con esto, Bills se vio obligado a despejar y darle la pelota a Darnold y compañía. La ofensiva de los Jets se mostró solida en ese drive, con interesantes jugadas de Le`Veon Bell, quien demostró durante todo el partido porque es uno de los mejores en su posición. El drive terminó con dos jugadas a su cuenta: primero, una recepción de 9 yardas para la anotación, y después con una increíble atrapada en la endzone tras una excelente jugada de Darnold en la bolsa para la conversión de dos puntos. 

A partir de allí, fue todo de los Bills. El equipo de McDermott encontró su ritmo ofensivo y dio vida a un partido que parecía liquidado. Stephen Hauschka conectó un gol de campo de 43 yardas para darle a Buffalo sus primeros puntos en el marcador y cerrar el tercer cuarto. 

Ya en el período final, un buen drive guiado por el novato Devin Singletary culminó con un acarreo de 3 yardas de Josh Allen para poner el encuentro a tan solo seis puntos. La anotación necesaria llegó por intermedio de un buen pase del ex QB de Wyoming al veterano John Brown, quien ganó en su cobertura y llevó el ovoide 38 yardas hasta la endzone. Con el punto extra de Hauschka, Bills pasó al frente 17-16, el cual fue el resultado final del partido. 

New York tiene mucho que corregir si quiere ser un equipo contendiente. La defensa jugó un buen partido, pero la ofensiva simplemente no va a funcionar si no le dan tiempo a Sam Darnold para ir por aire. Bell tuvo un buen partido, con 92 yardas en 23 toques de pelota. Jamison Crowder fue uno de los destacados en ofensiva, atrapando 14 pases para 99 yardas. Mosley debutó de soberbia manera, pero salió lesionado y espera estudios para saber la gravedad.  

La próxima semana el equipo de Gase tendrá una parada difícil en el MetLife Stadium: recibirá a los Browns en el partido del lunes por la noche. 

Por el lado de Bills, se puede decir que es un equipo pragmático. No da muchos flashes, pero su defensiva sin grandes nombres hace el trabajo sucio de presionar y obligar a despejar al rival. Josh Allen debe mejorar. Las cuatro perdidas de Buffalo se les atribuyen a malas decisiones del QB, y no todos los equipos darán las posibilidades que permitió Jets este domingo. Singletary acarreó solo cuatro veces el ovoide, pero acumuló 70 yardas y entrará en la consideración como playmaker estable en la franquicia. John Brown se afianzó como WR1, con 7 recepciones para 123 yardas y la anotación de la victoria. 

Buffalo se quedará en New York esta semana, porque volverá a jugar en el Metlife Stadium en el mediodía estadounidense ante los Giants.