Armand Duplantis asciende a lo más alto (nunca mejor dicho).
El niño prodigo de la pértiga ha batido el récord mundial de salto pértiga con tan sólo 20 años. Ha sido tan sólo un centímetro más que el que estableció Renaud Lavillenie cuando estaba a punto de cumplirse seis años de su hazaña. El francés lo dejó en 6.16. Desde 1993 no se superaba el famoso 6.15 del ucraniano Serguei Bubka, y parecía que Lavillenie, en 2014, establecía un récord que se consideraba imposible de superar por el ser humano. Pero, dos semanas antes de su sexto cumpleaños, Duplantis ha demostrado que aún estaba al alcance.
Lo sorprendente de la noticia no es el centímetro superado. Es la juventud de su autor.
Lavillenie establecía la marca con una carrera a sus espaldas que comenzaba en 2009. Ya llevaba almacenado en su palmarés medallas de oro en Europeo en Pista Cubierta y en las Olimpiadas de Londres 2012 y plata en el Mundial de 2013, además del récord en pista cubierta de 6.03m, como tercera mejor marca de todos los tiempos. Para cuando Lavillenie saltaba 6.16, tenía 28 años.
Duplantis, aún no ha cumplido los dos primeros meses de sus 20 años.
Hace unos días estuvo a punto de conseguirlo. En Düsseldorf rozó la gloria. Y el palo. Y por eso terminó cayéndose en el último momento. Pero en Torun, ha disfrutado de algo que no todo ser humano puede hacer: volar sobre el éxito. Ha arriesgado sin dudarlo. Con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, Mondo (que así se le conoce), ha decidido ir a por todas: Comenzó con 5.52 y hasta 6.01 ha estado pasando sin problemas. Y fue entonces cuando lo ha tenido claro. Ha pedido 6.17. Ha fallado a la primera. Pero a la segunda se ha convertido en el niño prodigio, en el Mozart del Atletismo como admiten en El País.
Duplantis ha hecho historia. Y su carrera acaba tan sólo de empezar.
Nacido en Louisiana (EEUU) en noviembre del 99, es hijo de una heptatleta sueca, nacionalidad con la que compite, y un saltador de pértiga estadounidense que le entrena desde los nueve años. Greg, que así se llama su maestro, le dio una pértiga y, desde esa edad, Mondo Duplantis no dejó de volar por encima de los récords.
Se dio a conocer en el Campeonato Mundial Juvenil de 2015. La medalla de oro se la colgó en un salto de 5.30 cuando aún tenía 15 años. Y, a partir de ahí, el niño prodigio no ha dejado de volar. Literalmente.
A los 18, batió el récord juvenil y volvió a ver el oro en el Europeo de Berlín de 2018. Y, este verano, se colgó la plata en el Mundial de Doha. Su vecino y amigo, Brennan Robideaux prepara un documental que está previsto que vea la luz antes de las olimpiadas. La película "Born To Fly" recoge varios años de seguimiento de la vida del atleta, y, esta noche, ha filmado el récord del saltador 'nacido para volar'
Armand 'Mondo' Duplantis ha entrado en la historia del deporte superando a su maestro, a su referente, como ha explicado en numerosas entrevista, y a su amigo, Renaud Lavillenie. Ha batido el récord, que ha quedado establecido en 6.17, y ha desafiado a cualquier experto en la materia y demostrado que es un ser humano que vuela.
Se puede decir que el aprendiz ya ha superado al maestro por un centímetro. Y le quedan muchos años para seguir sumando. Y volando.