La quinta jornada en el Centro Acuático de Tokio prometía ser de infarto, y lo fue. El final de Pellegrini, la posibilidad de batir uno de los récords de Michael Phelps y un nuevo enfrentamiento entre Titmus y  Ledecky

  • Semifinales del 100 libres masculino. Dressel no decepciona. 

Amanecía Japón con una reñida semifinal en la prueba más rápida del día. Destacaba en la primera serie la presencia del incombustible Popovici, por la cuarta calle al imbatible Caeleb Dressel, o el surcoreano Hwang que tan buenas sensaciones dio veinticuatro horas antes en el 200 libres.

Dressel vencía en el primer subacuático, tirando de la carrera hasta el primer viraje. Poco a poco, Popovici peleaba por la tercera posición, que acabó robándole Hwang. Dressel se llevó una prueba en la que el italiano Miressi quedó segundo. El estadounidense terminó con un tiempo de 47.23, demostrando que puede y que va a seguir imperando en la prueba reina de la natación.

La segunda serie vio el debut individual de Zach Apple; la participación del reciente fichaje de la Universidad de Stanford, el atleta del Comité Olímpico Ruso Andrei Minakov o el campeón europeo, Kolesnikov. Sin embargo, el principal interés era el vencedor olímpico, el australiano Chalmers; al que se sumó la gran revelación, el italiano Ceccon.

Gran salida la de todos los participantes, muy igualados en los primeros veinticinco metros. Sin embargo, Kolesnikov aceleró, seguido de su compatriota Minakov. El batido de pies de Chalmers le hizo remontar hasta la segunda posición, por delante de Nemeth. Pese a la fuerza de la patada del aussie, Kolesnikov venció en la serie con un nuevo récord ruso, 47.11 segundos. Ceccon se quedó fuera de la final, al igual que el segundo y el tercero al llegar al viraje, Minakov y Apple. Sorprende la entrada en la final del francés Maxime Grousset.

  • Final del 200 libres femenino. Récord de Titmus en el último baile de Federica Pellegrini.

En la final de una de las grandes pruebas de la jornada todo eran grandes nombres, con las tres últimas campeonas olímpicas (Pellegrini, Wilson y Oleksiak) presentes. Las primeras en salir fueron la australiana Wilson en la octava calle, Pellegrini al otro extremo, a punto de disputar su última carrera como profesional. Penny Oleksiak, Barbora Seemanova y Yang Junxuan eran las siguientes. Ledecky no estaba en las calles principales, ocupadas por la hongkonesa Haughey y su rival, Ariarne Titmus.

Oleksiak tiraba ligeramente de la prueba en los primeros cincuenta, terminando primera seguida de Yang y Haughey. Las nadadoras más rápidas, en las calles inferiores, lideraban en los dos virajes iniciales. 

Empezó en ese momento Titmus a remar, mientras Pellegrini seguía con un nado conservador en el último viraje. Ariarne, ya tercera, cargaba contra el agua en una carrera que perseguía el récord del mundo.

Pellegrini finalizó séptima y Ledecky lo hizo quinta, mientras su vecina de calle, Ariarne Titmus, se mostró imparable con un nuevo récord olímpico, 1:53.50. Plata para Haughey, aguantando toda la prueba en el podio. La canadiense Oleksiak pasó del oro brasileño al bronce nipón, mostrando que las velocistas siguen vigentes en el agua

  • Final del 200 mariposa masculino. Milak acaba con el récord de Phelps.

La prueba estrella de Michael Phelps, la prueba en la que Mireia Belmonte ganara el oro en Río. Uno de los estandartes de la natación masculina brilló como hacía tiempo que no lo hacía. Más concretamente, desde Pekín 2008, cuando el más grande de los nadadores estadounidenses se hizo de récord.

Muchos eran los nombres a seguir. Burdisso, el subcampeón europeo; Le Clos, campeón mundial o De Deus, la gran sorpresa. Sin embargo, el nadador más diferencial sería aquel húngaro que ya acostumbra a salir a la piscina como si nada estuviera pasando, al húngaro que hoy ha hecho historia y ya puede mirarse a los ojos con Phelps. Kristof Milak ocupaba la cuarta calle, calle de ganadores, de plusmarquistas, de hombres de récord. Nadie en Tokio estaba preparado para los cuatro largos de infarto que iban a contemplar. 

Milak posa con su medalla de oro / Fuente: FINA
Milak posa con su medalla de oro / Fuente: FINA

La corona del rey del agua pedía una nueva cabeza sobre la que posarse. Milak ya se postulaba como sucesor en el primer viraje, momento en el que Chad Le Clos brillaba en el subacuático. El sudafricano comenzó el tercer largo por delante del húngaro, mientras Burdisso mantenía el tercer puesto. 

Rompió Milak la carrera sacándole 95 centésimas a Le Clos, completamente solo en los últimos metros. Chad quedó fuera y Honda aprovechó su cansancio posicionándose segundo, mientras Milak llegó a la pared y, con semblante serio, rompió el récord olímpico de Phelps parando el cronómetro en 1:51.25

  • Semifinales 200 mariposa femenino. Zhang se postula para un oro sin Mireia.

Echando de menos a Mireia Belmonte, que no defendía su título en Río, y con una Katinka Hosszu que renuncia, la prueba estaba más que abierta. Sin preliminares, las dieciséis nadadoras inscritas pasaron a unas semifinales a medio gas sin las dos grandes rivales de la natación femenina en esta prueba. 

Destacaba en la primera serie Hali Flickinger, que sí compitió con nuestra abanderada en el 400 estilos, prueba en la que se llevó el bronce compartiendo podio con su compañera Emma Weyant y la japonesa Yui Ohashi

Flickinger y Weyant, compañeras dentro y fuera del agua / Fuente: USA Swimming
Flickinger y Weyant, compañeras dentro y fuera del agua / Fuente: USA Swimming

Smith rompía la carrera seguida de su compatriota Flickinger, que se guardaba para las últimas brazadas. Seguidas de cerca por Thomas, la británica, el equipo de USA Swimming podía estar contento mientras animaban desde las gradas. Flickinger llegaba al ultimo viraje con unas seis centésimas de más en comparación con Smith, pero fue recortando hasta ponerse a la par. Hali, finalista en Río en esta prueba, se llevó la carrera con un tiempo de 2:06.23. Sorpresa en la tercera posición, llevándosela la nadadora del Comité Olímpico Ruso Chimrova. 

En la segunda tanda de competidoras brillaba el nombre de la veterana Hentke, la aussie Throssel o la campeona europea Kapas. En las calles principales las dos nadadoras chinas, Yu y Zhang, la favorita

Zhang, sin sorpresas, salió de forma impecable con una brazada muy potente que la ponía por delante. Le sacaba más de un segundo a Yu, que la seguía de lejos al primer viraje. Nadie podía acercarse a la china hasta que sufrió en los 150 metros, acelerando su patada y empleando todo su cuerpo para aguantar la posición.

Zhang llegó a la pared con la mejor marca mundial del año,  2:04.89. Kapas se hizo con la segunda posición, haciendo su mejor cronómetro del año; Yu quedó por detrás de ella. 

  • Semifinales del 200 braza masculino. Chupkov pudo desaparecer, pero lo hizo Soma.

Destacaba en la primera serie de esta semifinal el holandés Kamminga, el sueco Persson y el estadounidense Fink. Kamminga salía a la piscina enfundado en sus cascos, tocando el trampolín y enormemente relajado. 

Kamminga lideraba la carrera hasta el momento en el que Fink apretó, en los últimos metros. Sin embargo, se tuvo que contentar con la segunda plaza en una prueba en la que el holandés nadó tranquilo y confiado, catapultándose a la primera posición. Mura Ryuya se clasificó con el tercer mejor tiempo de la serie.

En la segunda de las tandas Chupkov y Shoma Sato se encumbraban como favoritos, en una de las pruebas más importantes para el equipo japonés. 

La carrera la rompió en un primer momento el británico Wilby, seguido en el otro extremo por Prigoda. Sin embargo, en el segundo viraje Sato comenzó a apretar, con Chupkov por detrás aunque sin descolgarse de la carrera. Estando en la séptima posición, el ruso comenzó a dar pierna, el australiano Stubblety-Cook remó con más intensidad y adelantó de forma más eficaz. Terminó primero, seguido de Wilby y Mattsson, dejando cuarto a Chupkov. El ruso se mete así séptimo a la final, quedando fuera Sato contra todo pronóstico. 

  • Final del 200 estilos femenino. Ohashi reina en la caída de Hosszu.

Uno de los grandes momentos de la mañana nipona en el Centro Acuático había llegado. Katinka Hosszu no estaba teniendo sus mejores Juegos y quedaba relegada a una de las calles laterales. Entre sus rivales, el oro en el 400 estilos, la japonesa Yui Ohashi, que nadaba sin sus compañeras en el podio de dicha prueba, las estadounidenses Flickinger y Weyant. 

Quienes sí formaban parte del Team USA y estaban en el agua eran Kate Douglass y Alex Walsh, con Sydney Pickrem acompañándolas en el bloque de nadadoras americanas. Cerraban la pugna las británicas Alicia Wilson y Abbie Wood junto a la china de quince años Yu Yiting.

La carrera prometía ser frenética. Douglass se postulaba como la mejor mariposista de las competidoras, y así lo demostró con una magnífica salida. Al llegar a la espalda Katinka iba última, intentando remontar en un tramo en el que Ohashi se puso segunda.

Sin remontar, la húngara llegaba a la braza con una Yiting que estaba perdiendo el liderazgo conseguido en la espalda. Al 150 Walsh ya era primera, y en el crol se decidiría todo. Con un podio variable en cada prueba, Ohashi peleaba con las estadounidenses

Ohashi posa con su segundo oro / Fuente: FINA
Ohashi posa con su segundo oro / Fuente: FINA

Tal fue la lucha que Ohashi repetía el podio del 400, con un tiempo de 2:08.52. Tras celebrar se abrazó con Walsh, que quedó con la plata mientras Douglass con el bronce. Katinka, fuera de carrera, quedó en séptima posición.

  • Final del 1500 libres femenino. Ledecky es de oro.

La prueba de fondo más larga de la natación femenina se estrenaba en los Juegos Olímpicos con un único nombre en las quinielas, Katie Ledecky.  La estadounidense nadaría en compañía de estrellas acuáticas como Quadarella, la campeona europea, o su compatriota, Erica Sullivan. 

Comenzó reinando desde los primeros metros la favorita, seguida de la china Wang, vecina de calle. La estrategia de Ledecky era nadar rápido y poder ponerse en solitario cuanto antes mejor, liberando sus pensamientos de la derrota anterior. La solidez mental de la estadounidense sacaba un segundo de ventaja en un par de virajes a la nadadora asiática, que ya no se sentía pisándole los talones a la favorita. 

Pese a la ventaja de Ledecky, al llegar a los 500 metros solamente iba 2 segundos por delante, mientras sus competidoras directas iban recortando décimas. A Wang y Quadarella se estaba sumando la alemana Kohler. Las tres rompían con las demás competidoras la carrera

Con la pelea por las medallas prácticamente decidida en los 600 metros, Kathleen no parecía bajar de ritmo, mientras la italiana adelantaba a la china de una forma sutil. Respiraba la americana hacia el lado contrario de sus competidoras, que sí podían mirar a Ledecky en la distancia

Se llegaba a los 1000 con una Kohler que se ponía segunda, seguida de Quadarella, mientras la cabeza de carrera seguía sola en la delantera. Un cambio de ritmo de Kohler dejó sufriendo a Simona, acción que aprovechó Wang para volver a las posiciones de medalla. 

Ledecky le sacaba 4 segundos a la alemana que dejó fuera de carrera a la italiana, completamente rendida. Sullivan quiso remontar a falta de 200 metros, dejando a Wang en posiciones inferiores, sin apenas posibilidades de otro acelerón.

Katie, nadando completamente sola y ajena a la rivalidad por la plata y el bronce, escuchaba las campanas con animo y tranquilidad. Sullivan por su parte ya había superado a Kohler, que luchaba contra Wang con la calma de quien es tercera con segundos de ventaja. 

Se llevó el oro Ledecky tras un día complicado / Fuente: FINA
Se llevó el oro Ledecky tras un día complicado / Fuente: FINA

Ledecky, no pudiendo batir su propio récord olímpico, tocó primera la pared entre gritos de los integrantes del USA Swimming en la grada. Se alegró por ver a Sullivan consiguiendo la plata, y a los segundos de llegar, Katie no aguantó las lágrimas. Era oro olímpico tras haber sufrido varias derrotas, lo había conseguido. Por su parte, la alemana Kohler conseguía el bronce15:37.34 es la marca de la más grande en las pruebas de fondo, el primer oro olímpico en 1500, Katie Ledecky.

  • Final del 4x200 libres masculino. El Team USA se queda sin podio.

Destacaba la ausencia de Caeleb Dressel con el equipo de Estados Unidos, sorprendiendo hasta al mismo Michael Phelps. Los grandes favoritos de la prueba de relevos eran los británicos, que salían en la calle cuatro, rodeado de los australianos y los nadadores del USA Swimming. 

Después de Thomas Dean fallara en los primeros doscientos para el relevo británico, el equipo estadounidense tomó la delantera. James Guy quiso remontar, lanzándose en la salida con todas sus fuerzas. Recortaba el británico al estadounidense. 

En la tercera posta iba el Comité Olímpico Ruso lanzó a Rylov, que aprovechaba los subacuáticos para no dejarse adelantar por Australia, que les iba ganando la pugna. Apple mantuvo a Estados Unidos primero hasta el tercer viraje, en el que el británico Matthew Richards puso a la Union Jack en primera posición.

A la última posta Estados Unidos estaba en quinta posición, perdiendo todo el trabajo hecho. Reino Unido se estaba escapando mientras los del Comité Ruso se ponían segundos. Duncan Scott seguía remando con todas sus fuerzas, con dos segundos por delante de los rusos al último viraje. 

Se llevaron el oro del 4x200 por primera vez en 113 años / Fuente: FINA
Se llevaron el oro del 4x200 por primera vez en 113 años / Fuente: FINA

Con tal velocidad, Duncan Scott perseguía el récord del mundo. No lo consiguió, pero sí le dio el oro a Reino Unido. La plata se la llevó el Comité Olímpico Ruso, y el bronce Australia. Por primera vez, Estados Unidos quedaba fuera del podio en el 4x200 tras la polémica decisión de preferir a Apple sobre Dressel.