Una semana cargada de polémica y de opiniones, tanto de famosos deportistas como de políticos que han salido a dar su punto de vista personal, aludiendo siempre al reconocido caso de la campeona de Río 2016. En estos últimos días la prensa y el mundo entero ha estado con el ojo puesto en las posibles declaraciones de Biles y de su retirada, tanto sus entrenadores como ella han ido ido quitándose de cada una de las finales en las que estaba apuntada.

La sorpresa del día llegaba de manos de esta gimnasta tan reconocida, decidiendo aparecer de la nada en esta final de barras de equilibrio con las que cierran las competiciones femeninas artísticas. La prensa mundial se encuentra con una Simone Biles preparada para terminar estos Juegos, “no podía dejar así estos Juegos Olímpicos”, declaraba la favorita de Río. Teniendo en cuenta los problemas que ella misma había sacado a la luz y que tanto revuelo ha traído consigo, la opinión pública se ha visto conmocionada al ver el último gran esfuerzo de la misma.

Ni siquiera el síndrome que azotaba su bienestar mental y su capacidad a la hora de realizar saltos que requieren mucho esfuerzo y concentración ha podido finalmente con ella; la estadounidense se ha propuesto llevarse la última medalla a su país natal. Enfrentándose a dos de las grandes asiáticas, las chinas Chenchen Guan con medalla de oro y Xijing Tang con plata, ha optado al último bronce de esta modalidad de Tokio 2020. Una actuación casi perfecta por parte de la campeona de 24 años de edad, un total de 14.000.

Con una sonrisa acompañando al bronce que colgaba con orgullo, abandonaba Tokio tras haber conseguido otra plata junto a sus compañeras el mismo día que dejó todo. Simone Biles deja abierto nuevamente otro debate polémico tras haber silenciado a muchos otros personajes públicos, priorizando la salud mental por encima de cualquier otro posible premio.