No se ve resolución a la vista en las negociaciones entre Rasmus Sandin (22 años) y Toronto Maple Leafs. Un estado de la conversación que fue sacado a la luz por el reportero de Sportsnet, Luke Fox, tras conseguir entrevistar telefónicamente al agente del jugador, Lewis Gross. Sin la posibilidad de entrar en más detalles, las palabras del representante dejaban claro el estancamiento: “Las negociaciones no llevan a ninguna parte.”

Obviamente, que la parte contraria haya salido a comentar a la prensa, aunque sea de una manera tan somera el atasco del proceso, no ha sido del agrado del gerente general de los de la hoja de arce, Kyle Dubas, que mandaba un recordatorio al otro lado de la mesa al ser preguntado por el mismo medio acerca de dichas declaraciones: "Negociar contratos a través de los medios tiene un impacto adverso en el jugador (y) la reputación del equipo y de manera habitual no crea soluciones para asuntos particulares."

Son varios los aspectos del contrato del joven zaguero los que aún permanecen en el aire, incluidos los principales, como la duración del contrato y el salario del jugador.

Un contrato puente, el camino

En principio, la oferta que los Leafs han puesto sobre la mesa, sería de unos 2,8 millones de dólares anuales, similar a la que ofrecieron la pasada primavera a Timothy Liljegren, que como Pierre Engvall ya ha resuelto su situación mediante contratos puente de corta duración.

Y es que el límite salarial aprieta y el contrato puente está siendo la solución que se está encontrando para retener el talento joven de la franquicia, a la espera de que con más tiempo, poder cuadrar contratos más duraderos en la contabilidad de la franquicia. Y es que aunque hay en la plantilla un buen número de defensas de tiro izquierdo aunque todos veteranos, Kyle Dubas, no quiere dejar escapar una pieza que si consigue dar un paso adelante, puede ser importante en los futuros éxitos de la franquicia.

Sin opción al arbitraje, ya que no era elegible para el mismo, si no recibe el pliego de oferta de Toronto, la única opción que le queda al jugador como arma de negociación es la de no unirse a la plantilla y no prestar servicio. El 1 de diciembre marca el límite para que el jugador no pase la temporada en blanco en la NHL.