La temporada 2017 ya está en marcha. Aún quedan varias semanas para que los semáforos rojos se apaguen en la primera cita del Mundial, pero los equipos ya han empezado a trabajar. Los test siempre suelen dar algunas respuestas a las incógnitas que se generan durante el invierno, y esta temporada no ha sido la excepción. Sepang, escenario de los primeros test del 2017, ha dejado varios puntos para analizar. El principal ha sido el rendimiento tanto del Movistar Yamaha como de sus pilotos, el veterano Valentino Rossi y el joven Maverick Viñales. Ambos tienen ante sí el reto de devolver a la marca de los diapasones a lo más alto tras una temporada 2016 algo decepcionante para sus intereses. 

Su actuación en Sepang ha sido alentadora como poco. Maverick Viñales, con el 1:59.368 que marcó en la última jornada de los test, fue el piloto más rápido en el cómputo global. Valentino Rossi, por su parte, fue quinto a dos décimas de su compañero. En ambos casos, los tiempos se completaron en modo "time-attack" –"ataque al crono"–, pero las carreras son más largas que una simple vuelta. Estos números muestran una primera conclusión: la Yamaha es competitiva en tandas cortas. Maverick Viñales fue de los pocos pilotos que pudo encadenar más de un 1:59,  una franja al nivel del récord del trazado malasio, mientras que Valentino Rossi, quien habitualmente no ha sido tan competitivo los sábados, también ha estado a un buen nivel en esta faceta. 

Maverick Viñales sigue de dulce

Ahondando en el rendimiento de los pilotos de Yamaha, el primer factor a analizar es, sin duda, el soberbio rendimiento de Maverick Viñales. El piloto de Roses, flamante fichaje de la fábrica japonesa, ya demostró en Valencia de lo que era capaz. En Sepang tocaba consolidar ese buen rendimeinto, y lo hizo con creces. Ya desde el primer día, cuando varios de sus rivales como Marc Márquez o Jorge Lorenzo sufrieron en un trazado muy verde y falto de grip, él supo sacarse de la manga un buen tiempo –un 2:00.129, a medio segundo de Casey Stoner– para seguir la pauta marcada por Ducati esa primera jornada. A pesar de tener poca experiencia sobre el manillar de la Yamaha, Maverick Viñales ha demostrado que su adaptación va viento en popa, y que los tiempos salen, lo cual le permite ser competitivo en todas las situaciones. 

En las jornadas posteriores, la función de Maverick no fue otra que seguir conociendo las peculiaridades de la Yamaha. Su trabajo se centró en realizar tandas cortas, cuyo objetivo es el de seguir adaptándose a su nueva moto. Mejorar las líneas de trazada, adaptar la electrónica a su estilo y perfeccionar la puesta a punto de su moto han sido, a grandes rasgos, las tareas que ha realizado el piloto de Roses durante los test. El piloto reconoció que su intención es la de "adaptarse a la moto, no adaptar la moto a su estilo", puesto que la Yamaha "ya ha sido capaz de conseguir victorias con Jorge y con Valentino en el pasado". Además, Viñales también destacó la calidad de su equipo técnico, liderado por Ramon Forcada, quien le está dando buenos consejos para perfeccionar su pilotaje, especialmente en la eficiencia de sus trazadas durante los diferentes tipos de curvas.

Foto: Movistar Yamaha MotoGP

La principal incógnita que presenta el rendimiento de Maverick Viñales hasta el momento es cuál será su potencial en las distancias de carrera. El mismo piloto reconoció que todo el trabajo realizado en Sepang iba destinado a mejorar las sensaciones durante las tandas largas. A pesar de ello, el de Roses no llegó a completar una simulación de carrera, algo que sí hizo Jorge Lorenzo, por ejemplo. El afán por seguir mejorando su rendimiento o el no querer mostrar sus cartas a sus rivales pueden ser las razones que le llevaron a desestimar esa idea. Lo que sí está claro es que el ritmo en tandas largas –de unas 10 vueltas, más o menos– es muy bueno, regular en el 2:00 e incluso bajando al 1:59 en ocasiones. La gestión de los neumáticos, una de las señas de identidad del pilotaje de Maverick y uno de los puntos fuertes de la Yamaha, está siendo una de las claves del buen rendimiento del ex-piloto de Suzuki

Trabajo en la sombra

Si el principal foco de interés estuvo en el garaje de Maverick Viñales, Valentino Rossi prefirió trabajar en silencio, sin hacer ruido, pero seguir dando pasos adelante para acercarse a su compañero. Veterano como es, Rossi pertenece a un grupo de pilotos que ven los test como un banco de pruebas y no como un foco mediático, y por ello no van a buscar los tiempos desde el primer momento. Saben que el momento de la verdad llegará, y entonces sí que tocará dar el 100%, pero hasta entonces, toca trabajar, asimilar nuevos conceptos y buscar soluciones para mejorar el rendimiento individual y de la moto.

El italiano llegaba a Sepang aquejado por un intenso dolor de cabeza, que le lastró en la primera jornada, donde con un 2:00.694, no pudo pasar de la octava posición. A pesar de las limitaciones, Rossi llegó a una conclusión tan importante como alentadora: "Esta moto –la 2017– es mejor que el protipo que probamos en Valencia". La mejora en el chasis, pero sobre todo en el motor, permitieron a Yamaha dar un paso adelante. Según Rossi, con el nuevo motor no están lejos de sus competidores, algo que necesitaba la fábrica de los diapasones, que históricamente ha sufrido en las largas rectas. 

A diferencia de su compañero, Valentino sí que realizó un simulacro de carrera que, aunque no fuera de 20 vueltas, sí que se le acercó, y el ritmo que mostró fue de lo más alentador. Maverick mostró que, a una vuelta, la Yamaha está a un gran nivel; Rossi, en tandas largas, hizo lo propio. Como piloto más veterano y experto del equipo, a Valentino Rossi le tocó probar multitud de piezas y novedades en su Yamaha. En el cómputo global, Rossi se mostró satisfecho con las pruebas realizadas, aunque en algunos puntos reconoció que todavía hay margen de mejora, especialmente en la gestión de los neumáticos en las últimas vueltas de carrera, su talón de Aquiles la temporada pasada.

Las alas de la discordia

Los primeros test del año 2017 han permitido a Yamaha probar en varias soluciones de cara a la nueva temporada. Al motor ya comentado anteriormente, se le unió una novedad que promete traer cola en las próximas semanas: unas alas cubiertas, situadas en el interior del carenado. Cabe recordar que las alas, tras la polémica suscitada en 2016, están prohibidas de cara a la temporada entrante. Según la dirección técnica del campeonato, esa solución propuesta por Yamaha es legal, y además, algunas voces en el Paddock hablan de que proporcionan una mejora importante a nivel aerodinámico. 

Los pilotos Yamaha probaron las novedosas alas cubiertas en Sepang | Foto: Movistar Yamaha MotoGP

En Yamaha, como era de esperar, reinó el secretismo sobre el rendimiento de esta solución. Habrá que ver si el Movistar Yamaha sigue investigando sobre esta solución en el próximo test, que se celebra en apenas una semana en el peculiar y espectacular trazado australiano de Phillip Island. De momento, las sensaciones en Yamaha no pueden ser mejores, pero aún queda un mes y medio para la cita de Qatar.