Toro Rosso y, sobre todo Honda, ha pasado en tan solo quince días de ser un desastre al que, desgraciadamente para los japoneses ya estaban acostumbrando en los últimos tres años, a conseguir la mejor posición desde que volvieran a la Fórmula 1 en 2015 de la mano del proyecto de McLaren. Parece ser que la pareja ideal se encontraba en Faenza y, al menos Gasly, fue capaz de hacerles vibrar en Baréin.

El piloto francés tuvo una carrera plácida en la cuarta posición. Se aprovechó de no tener a ninguno de los Red Bull como rivales en toda la carrera, y del abandono de Raikkönen, pero esto son las carreras y es lo bonito de la F1. Pocas veces tres pilotos de arriba  se quedan fuera a las primeras de cambio, pero el motor Honda fue capaz de aguantar las 57 vueltas del trazado de Baréin.

Fue una sensación feliz y magnífica. Antes de lo esperado, en tan solo dos grandes premios, Toro Rosso ha conseguido colocarse entre los cuatro primeros, y no solo en carrera, en clasificación, Gasly hizo el sexto mejor tiempo. Gasly utilizó una nueva unidad de potencia, tras el abandono de Australia, mientras que Hartley continuó con el motor del Gran Premio de Melbourne y quedó fuera de los puntos.

Por eso, el Gran Premio de China es importante para conocer el verdadero rendimiento de ambos pilotos. Si Honda consigue lo mismo, Toro Rosso habrá acertado completamente con su cambio, doce puntos en dos carreras no lo esperaba nadie, tan solo falta que Brendon Hartley también estrene su casillero de puntos.

Pierre Gasly

El joven piloto francés obnubiló a todos los que en su momento criticaron el mal inicio del motor Honda y el desacierto de Toro Rosso al unirse a los  japoneses. Con un "Now we can fight" (ahora podemos pelear), Gasly hablaba por radio con su equipo tras el gran resultado de Baréin.

Doce puntos, una cuarta posición en carrera y séptimo en el Mundial de pilotos, todo felicidad y optimismo de cara a China, cuyo objetivo es continuar con la buena dinámica del momento y conseguir puntuar y romper las barreras del fracaso al que parecían predestinados tras las sensaciones de Australia.

Gasly celebrando con el equipo la 4ª plaza en Baréin | Foto: Getty Images Europe
Gasly celebrando con el equipo la 4ª plaza en Baréin | Foto: Getty Images Europe

Brendon Hartley

En cambio y, aunque no lo pareciera después de quedar eclipsado por el resultado de su compañero, Hartley no fue capaz de hacer el Gran Premio que esperaban. Terminó doblado y fue el último de los que acabaron la carrera en el Circuito Internacional de Baréin. El neozelandés partía en parrilla desde la undécima posición, y su carrera  no fue buena.

China debe ser la carrera que le haga consagrarse a él en el equipo e intentar acercarse a su principal rival en el Mundial, su compañero de equipo, que le ha hecho desaparecer del mapa del éxito. Además, si Hartley consigue entrar en los puntos, no quedará ninguna duda que el proyecto Toro Rosso Honda ha sido un gran acierto para los italianos.

Hartley en el GP de Baréin | Foto: Getty Images Europe

En un circuito completo, pero con largas rectas, Toro Rosso tuvo una gran potencia en su unidad de potencia y, lo más positivo para la marca japonesa que suministra motores, fiabilidad, algo que no habían encontrado en los tres años precedentes a esta temporada 2018 que acaba de empezar.

Porque tan solo se han disputado dos carreras, pero las sensaciones son más que positivas. Ya han conseguido más de lo que con McLaren consiguieron, y la carrera plácida de Gasly fue perfecta para ello, al borde del podio. Marchan sextos en el Mundial de Cosntructores, después de que, tras la carrera en Albert Park, parecían desquiciados y mandados a la zona baja de la parrilla.